Iberdrola, con la COP26 para acelerar la Acción Climática

Redacción | 2 de noviembre de 2021

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Bajo el lema Uniendo al mundo para hacer frente al cambio climático, la COP26 reunirá en Glasgow a representantes de 200 gobiernos e instituciones con el objetivo de acelerar la acción climática para el cumplimiento del Acuerdo de París. Iberdrola participa como patrocinador principal de esta cumbre, a través de su filial Scottish Power, en el que seguirá reclamando urgencia y valentía en la toma de decisiones y mostrando su apuesta y compromiso con un modelo energético competitivo y sostenible como base de una economía verde capaz de generar oportunidades de futuro para todos. Esta apuesta -iniciada hace dos décadas con inversiones de 120.000 millones de euros- tiene su continuidad en su plan inversor para esta década, al que destinará 150.000 millones para triplicar su capacidad renovable en el mundo y seguir contribuyendo al desarrollo de la industria y el empleo en los países donde opera.

Seis años después de la aprobación del Acuerdo de París, y acelerado por la pandemia, se ha logrado un consenso mundial sobre la necesidad de alinear la recuperación de la economía y el empleo y el crecimiento y transformación de los países con una estrategia para la descarbonización y digitalización de nuestra sociedad. En este sentido, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) –que se celebrará en Glasgow entre el 1 al 12 de noviembre– pretende incidir tanto en la urgencia como en las oportunidades de avanzar hacia una economía neutra en carbono, así como en el poder de la cooperación internacional para hacer frente a uno de los retos más importantes a los que se enfrenta el planeta. La COP26 –en la que Iberdrola participará como socio principal, de la mano de su filial Scottish Power– representa una nueva oportunidad de transformar el consenso en oportunidad, actuar y sentar las bases de una economía descarbonizada que dé respuesta a los desafíos climáticos, productivos y sociales que demandan la sociedad.

De una parte, resulta imprescindible acelerar compromisos y medidas para afrontar desafíos, como el freno al cambio climático, la perdida de la biodiversidad para preservar el medio ambiente y el legado que heredarán generaciones futuras. Por otro lado, la carrera hacia un mundo más sostenible generará oportunidades socioeconómicas, tanto para la industria y el tejido innovador, como para el empleo. Porque una economía más verde no solo permitirá disponer de energía limpia y competitiva, sino que también es fuente de generación de riqueza.

Su carácter transversal ofrece oportunidades a sectores claves, como la automoción, la industria, la construcción, los bienes de equipo o la ingeniería, con el consiguiente impacto en el empleo. La agencia internacional de la energía renovable IRENA estima que el impulso de las inversiones en renovables permitiría contar con 42 millones de puestos de trabajo en 2050, cuatro veces más que en la actualidad. Y el Fondo Monetario Internacional (FMI) subraya el efecto multiplicador de las inversiones en energía limpia, que es superior a la unidad –por cada dólar invertido se genera más de un dólar de actividad económica productiva– y entre 2 y 7 veces mayor que el de la inversión en combustibles fósiles.

Liderando desde hace 20 años la transición a una economía verde

Iberdrola identificó hace dos décadas que el cambio climático era un desafío real para la humanidad y el sector eléctrico era clave para aportar de soluciones con las que combatir este problema.

Desde 2001 y con una inversión acumulada de 120.000 millones de euros –que le ha permitido alcanzar una capacidad renovable de más de 37.300 MW y que más del 80 % de su potencia instalada sea hoy libre de emisiones– el grupo ha contribuido decisivamente a dinamizar la transición energética, impulsando también una cadena de valor, integrada por más de 22.000 proveedores, que sustentan el empleo de más de 400.000 personas.

Esta contribución se ha hecho más necesaria que nunca en el último año marcado por la pandemia a la que la compañía ha respondido con más inversiones, que se elevarán a 75.000 millones de euros a 2025 y a 150.000 millones a 2030 para triplicar su capacidad renovable, hasta casi los 100.000 MW en el mundo.

Este plan inversor responde también a un claro objetivo: alinear nuestras decisiones y actuaciones a principios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y alcanzar metas, entre las que se encuentra ser neutra en carbono en Europa en 2030.

Iberdrola continúa avanzando en su estrategia sostenibilidad, basada en la electrificación de la economía y orientada a la lucha contra el cambio climático y la creación de riqueza y empleo en las comunidades donde se opera.

El grupo se mantiene como líder en financiación verde y sostenible, con 35.800 millones de euros, y se consolida como el primer emisor corporativo de bonos verdes del mundo.

Además de liderar la financiación verde y sostenible, las emisiones propias de CO2 a septiembre se han reducido hasta los 53 g/kWh, mientras colabora con su cadena de valor en el desarrollo de rigurosas políticas de sostenibilidad entre sus proveedores.

En España, la compañía también mantiene su liderazgo medioambiental. Durante los nueve meses de 2021, las emisiones de CO2 se han reducido en un 24 % hasta los 60 gCO2/kWh. Esta cifra supone una ratio de producción libre de emisiones sobre el total de la producción nacional de Iberdrola del 87 % y, a su vez, mejora el indicador de capacidad instalada libre de emisiones, hasta el 79 %.

La compañía despliega otras iniciativas en el ámbito del medioambiente y la biodiversidad y así, por ejemplo, y se ha comprometido a promover la plantación 2,5 millones de árboles en 2022, 8 millones en 2025 y 20 millones de árboles hasta 2030, con los que capturará aproximadamente 6 millones de toneladas de CO2 en 30 años.

Esta década marcará el futuro de esta generación y de las próximas. Si se aprovechan las oportunidades y se lidera, con decisión y audacia, un proceso de transformación inevitable, desarrollaremos una ventaja de conocimiento y experiencia industrial, que nos asegurará un modelo económico más competitivo, eficiente y sostenible, generador de empleos cualificados y de un mayor bienestar para el conjunto de la sociedad.

Iberdrola, con la COP26 para acelerar la Acción Climática

Redacción | 2 de noviembre de 2021

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Bajo el lema Uniendo al mundo para hacer frente al cambio climático, la COP26 reunirá en Glasgow a representantes de 200 gobiernos e instituciones con el objetivo de acelerar la acción climática para el cumplimiento del Acuerdo de París. Iberdrola participa como patrocinador principal de esta cumbre, a través de su filial Scottish Power, en el que seguirá reclamando urgencia y valentía en la toma de decisiones y mostrando su apuesta y compromiso con un modelo energético competitivo y sostenible como base de una economía verde capaz de generar oportunidades de futuro para todos. Esta apuesta -iniciada hace dos décadas con inversiones de 120.000 millones de euros- tiene su continuidad en su plan inversor para esta década, al que destinará 150.000 millones para triplicar su capacidad renovable en el mundo y seguir contribuyendo al desarrollo de la industria y el empleo en los países donde opera.

Seis años después de la aprobación del Acuerdo de París, y acelerado por la pandemia, se ha logrado un consenso mundial sobre la necesidad de alinear la recuperación de la economía y el empleo y el crecimiento y transformación de los países con una estrategia para la descarbonización y digitalización de nuestra sociedad. En este sentido, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) –que se celebrará en Glasgow entre el 1 al 12 de noviembre– pretende incidir tanto en la urgencia como en las oportunidades de avanzar hacia una economía neutra en carbono, así como en el poder de la cooperación internacional para hacer frente a uno de los retos más importantes a los que se enfrenta el planeta. La COP26 –en la que Iberdrola participará como socio principal, de la mano de su filial Scottish Power– representa una nueva oportunidad de transformar el consenso en oportunidad, actuar y sentar las bases de una economía descarbonizada que dé respuesta a los desafíos climáticos, productivos y sociales que demandan la sociedad.

De una parte, resulta imprescindible acelerar compromisos y medidas para afrontar desafíos, como el freno al cambio climático, la perdida de la biodiversidad para preservar el medio ambiente y el legado que heredarán generaciones futuras. Por otro lado, la carrera hacia un mundo más sostenible generará oportunidades socioeconómicas, tanto para la industria y el tejido innovador, como para el empleo. Porque una economía más verde no solo permitirá disponer de energía limpia y competitiva, sino que también es fuente de generación de riqueza.

Su carácter transversal ofrece oportunidades a sectores claves, como la automoción, la industria, la construcción, los bienes de equipo o la ingeniería, con el consiguiente impacto en el empleo. La agencia internacional de la energía renovable IRENA estima que el impulso de las inversiones en renovables permitiría contar con 42 millones de puestos de trabajo en 2050, cuatro veces más que en la actualidad. Y el Fondo Monetario Internacional (FMI) subraya el efecto multiplicador de las inversiones en energía limpia, que es superior a la unidad –por cada dólar invertido se genera más de un dólar de actividad económica productiva– y entre 2 y 7 veces mayor que el de la inversión en combustibles fósiles.

Liderando desde hace 20 años la transición a una economía verde

Iberdrola identificó hace dos décadas que el cambio climático era un desafío real para la humanidad y el sector eléctrico era clave para aportar de soluciones con las que combatir este problema.

Desde 2001 y con una inversión acumulada de 120.000 millones de euros –que le ha permitido alcanzar una capacidad renovable de más de 37.300 MW y que más del 80 % de su potencia instalada sea hoy libre de emisiones– el grupo ha contribuido decisivamente a dinamizar la transición energética, impulsando también una cadena de valor, integrada por más de 22.000 proveedores, que sustentan el empleo de más de 400.000 personas.

Esta contribución se ha hecho más necesaria que nunca en el último año marcado por la pandemia a la que la compañía ha respondido con más inversiones, que se elevarán a 75.000 millones de euros a 2025 y a 150.000 millones a 2030 para triplicar su capacidad renovable, hasta casi los 100.000 MW en el mundo.

Este plan inversor responde también a un claro objetivo: alinear nuestras decisiones y actuaciones a principios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y alcanzar metas, entre las que se encuentra ser neutra en carbono en Europa en 2030.

Iberdrola continúa avanzando en su estrategia sostenibilidad, basada en la electrificación de la economía y orientada a la lucha contra el cambio climático y la creación de riqueza y empleo en las comunidades donde se opera.

El grupo se mantiene como líder en financiación verde y sostenible, con 35.800 millones de euros, y se consolida como el primer emisor corporativo de bonos verdes del mundo.

Además de liderar la financiación verde y sostenible, las emisiones propias de CO2 a septiembre se han reducido hasta los 53 g/kWh, mientras colabora con su cadena de valor en el desarrollo de rigurosas políticas de sostenibilidad entre sus proveedores.

En España, la compañía también mantiene su liderazgo medioambiental. Durante los nueve meses de 2021, las emisiones de CO2 se han reducido en un 24 % hasta los 60 gCO2/kWh. Esta cifra supone una ratio de producción libre de emisiones sobre el total de la producción nacional de Iberdrola del 87 % y, a su vez, mejora el indicador de capacidad instalada libre de emisiones, hasta el 79 %.

La compañía despliega otras iniciativas en el ámbito del medioambiente y la biodiversidad y así, por ejemplo, y se ha comprometido a promover la plantación 2,5 millones de árboles en 2022, 8 millones en 2025 y 20 millones de árboles hasta 2030, con los que capturará aproximadamente 6 millones de toneladas de CO2 en 30 años.

Esta década marcará el futuro de esta generación y de las próximas. Si se aprovechan las oportunidades y se lidera, con decisión y audacia, un proceso de transformación inevitable, desarrollaremos una ventaja de conocimiento y experiencia industrial, que nos asegurará un modelo económico más competitivo, eficiente y sostenible, generador de empleos cualificados y de un mayor bienestar para el conjunto de la sociedad.

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