Claves para vender una empresa en 2022

Redacción | 1 de febrero de 2022

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Tras un gran 2021 en el sector de las fusiones y adquisiciones, los expertos esperan que la ten-dencia se prolongue a lo largo de 2022. Este año puede suponer una gran oportunidad para aquellas empresas que se plantean su venta a fondos de capital de riesgo o a otras empresas.

Muchas voces del sector apuestan por un 2022 muy activo en fusiones y adquisiciones en España. Así lo expresa Manuel Urrutia, experto en Corporate, M&A y Presidente de la firma Confianz: “Pe-se a la incertidumbre derivada de la pandemia, los inversores están considerando que la situación en España es una oportunidad, gracias a las expectativas generadas por el crecimiento del PIB, los tipos de interés al 0% en los bancos centrales, la recuperación del consumo y la llegada de los Fon-dos Next Generation. La atomización existente en muchos sectores se traduce en que existen mu-chas compañías rentables de un tamaño no demasiado grande. Eso las hace muy interesantes para los inversores”. 

Buen momento para vender

Este año puede ser una gran oportunidad para todas las partes, también para las compañías que se plantean su venta. “En 2020 y 2021 los fondos de capital riesgo han realizado grandes rondas de captación de fondos, y hoy disfrutan de una gran liquidez. Se calcula que solo en España tienen un drypowder o capital disponible para la inversión que supera los 4.000 millones”, explica Manuel Urrutia.

Cómo prepararse para vender una empresa 

Lo primero que debe tener claro el propietario de una empresa que se esté planteando su venta es a qué tipo de inversor quiere dirigirse. Manuel Urrutia, Presidente de Confianz y con amplia experiencia en asesoramiento en operaciones de Corporate, afirma que “los fondos de inversión no suelen invertir en empresas con un EBITDA inferior a los 3 millones de euros, salvo que éstas cuenten con algún tipo de tecnología o innovación puntera y muy diferenciadora. Una posible estrategia para las empresas que se encuentran por debajo de estas cifras puede ser buscar un socio con el que compartir capital social, invertir y ganar volumen antes de ofrecer la compañía a un fondo”.

Un proceso de venta empresarial suele durar entre 6 y 12 meses. Antes de salir al mercado, toda la estructura y funcionamiento deben estar en perfecto estado de revista desde el punto de vista legal, fiscal, financiero y laboral. “El comprador va a realizar un estudio exhaustivo de due diligen-ce para detectar cualquier contingencia que pueda afectar al valor de la compañía. Si las encuentra, en la negociación las utilizará para pedir una reducción en el precio de transacción, condicionar los plazos de pago o exigir garantías”, explica el CEO del despacho Confianz.

La due dilligence suele incluir el análisis de contratos, nóminas de empleados, documentación fiscal y contable, etc. También los balances y la potencialidad de ingresos futuros tienen que ser lo mejo-res posible. Ratios de rentabilidad y endeudamiento, carga laboral, evolución de las ventas… Todo será analizado con lupa. “Por este motivo es recomendable la firma de un acuerdo de confidencia-lidad que proteja a la empresa en venta de la revelación de información sensible”, aconseja Urrutia.

Cómo lograr el mayor rédito por la venta de una compañía

Como en una subasta, contra más compradores estén interesados en la empresa, mayores serán las posibilidades de lograr un precio de venta más alto por ella. Si uno de ellos solicita un proce-so de venta en exclusiva (“fast track”), es recomendable que el vendedor exija una fecha límite para la emisión de una oferta vinculante. 

Otros aspectos que suelen tener influencia en el precio son los plazos y la forma de pago. Para el comprador no es lo mismo tener que acceder a una financiación bancaria a corto plazo que poder optar por una financiación a largo plazo.

También cuestiones operativas como la permanencia de los actuales directores de la compañía durante los años posteriores a la operación pueden tener una gran influencia sobre el precio. Según Manuel Urrutia, “si el comprador no va a poder contar con ellos, su oferta de compra suele reducirse sensiblemente”.

La culminación de todo este proceso de negociación, si se llega a un acuerdo, da como resultado un acuerdo entre las partes que debe recogerse por escrito. Este es un contrato privado de compra-venta de acciones/participaciones que precede a la elevación a público del acuerdo y a la posterior aprobación de cargos mercantiles. En este punto es fundamental contar con la supervisión por parte de una firma de consultoría legal y financiera especializada en operaciones de M&A, pero lo más recomendable es contar con su asesoramiento desde el mismo momento en el que se decide poner la empresa a la venta.