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Christian Scherrmann

U.S. Economist para DWS

Tal y como se esperaba casi todo el mundo, la Fed ha anunciado hoy, tras su reunión de noviembre, que empezará a reducir sus compras de activos. A partir de ahora, lo más probable es que el ritmo de las compras se reduzca en 15.000 millones de dólares al mes: 10.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y 5.000 millones de dólares en valores respaldados por hipotecas. «Muy probablemente» porque la Fed está abierta a ajustar esas reducciones en próximas reuniones si las perspectivas económicas lo exigen.

Aunque la decisión de iniciar la salida de su política monetaria muy acomodaticia es la noticia principal, los partícipes del mercado ya están dirigiendo la mirada a la orientación implícita de fondo tras anuncio de la Fed. La trayectoria «más probable» de la inflación y la valoración de la Fed al respecto pueden ser la verdadera cuestión del momento. Mirando el comunicado actualizado, la Fed se aferra a la narrativa de que la elevada inflación actual refleja en gran medida «factores que se espera sean transitorios».

En la conferencia de prensa, el presidente de la Fed, Jerome Powell, añadió algo de color. Aunque se espera que el impulso económico siga siendo fuerte, los desequilibrios de la demanda y la oferta y el impacto continuo de la pandemia siguen siendo las fuerzas motrices de la inflación, y son algo, como subrayó Powell, que la política monetaria no puede abordar. Y aunque la Fed sigue esperando que la inflación se acerque al objetivo del 2% a largo plazo en el transcurso de 2022, parece que el banco central está permitiendo un poco más la posibilidad de que esto no ocurra.

De hecho, parece que la Fed se está reservando un poco más de espacio para abordar el problema de la alta inflación si es necesario. Por lo tanto, existe una mayor incertidumbre sobre la trayectoria de la política monetaria en el futuro. El ritmo de las reducciones de las compras de activos sirve ahora de orientación implícita sobre cuándo cabe esperar subidas de tipos. El ritmo proyectado ahora indica que la segunda mitad de 2022 será el momento en que la Fed esté dispuesta a dar el siguiente paso hacia la normalización realizando una primera subida de los tipos de interés -dado que los mercados laborales acaban convergiendo al «máximo» empleo, como ha subrayado Powell, cumpliendo el segundo objetivo de la Fed, además de la «estabilidad de precios».