Carles Marcos

Carlos Marcos i Guàrdia

Country Manager de Qonto España

Tras la crisis de 2008 el sentimiento general de la ciudadanía hacia el sector bancario se debilitó. Sin embargo, por su parte, el sector tecnológico cogió el impulso que necesitaba y se abrió camino en un panorama no muy esperanzador en el que las entidades financieras perdieron la confianza de los usuarios, viendo empeorar su imagen pública.

En este contexto, el sector fintech vio una puerta abierta para comenzar a asentarse: el desarrollo tecnológico del sector financiero apoyado en la innovación podía ser la llave para volver a ofrecer respuesta a los usuarios que no encontraban solución a sus necesidades.

Este auge de los servicios bancarios digitales no ha frenado desde entonces. De hecho, en nuestro país 300 empresas conforman el tejido empresarial fintech, según datos del último informe de Finnovating. De estas, un 13% representan a neobancos y Challenger Banks, solo los servicios de inversión (20 %) y crowlending (15%) los superan. Este sector factura en total más de 100 millones de euros al año y representa un total de 5.000 empleos.

Las limitaciones de la banca tradicional han pesado más sobre los usuarios que la previa desconfianza a los servicios bancarios digitales. De hecho, según el informe World Retail Banking Report 2019 dos tercios de los clientes de bancos tradicionales confirman que su banco no ofrece diversidad de aplicaciones financieras útiles.

Concretamente, en España, es curioso que el modelo de negocio que más se ofrece entre fintech sea el B2B, este representa el 57,5%. Sin embargo, en lo que respecta a servicios bancarios digitales dirigidos a este sector la oferta es muy limitada; por no decir casi inexistente. Esto ha generado también una alerta en la banca tradicional que ha visto la oportunidad de colaborar con las fintech. 

La revolución de los neobancos en España
 

La entrada de los neobancos en nuestro país ha supuesto un antes y un después en la forma de entender la gestión de las finanzas. Si bien es cierto, que no todos los sectores ni todos los segmentos o tipologías de usuarios se han visto favorecidos en igualdad de condiciones. Por eso, desde Qonto hemos querido ir un paso más allá pensando en atender las necesidades de un sector muy castigado en nuestro país; pymes, startups y autónomos.

Nos hemos querido acercar a este tipo de empresas a través de un servicio bancario 100% digital que facilite la gestión de sus finanzas, con acceso en tiempo real a todos los movimientos de su cuenta; tarifas claras y comprensibles; integración con sistemas de contabilidad y gestión; atención personalizada y sin desplazamientos, ahorrando las largas colas de espera en las oficinas tradicionales. Todos estos servicios como respuesta a una escucha activa de las necesidades de las empresas y autónomos.

Según el último informe del GEM, en España el 28,3% de la actividad emprendedora corresponde a personas que “emprendieron” motivadas por la necesidad. Este target también ha querido beneficiarse de las ventajas que ofrecemos y, sobre todo, de la confianza que nuestra cuenta negocio puede garantizarles, ya que nuestro servicio está dirigido a los emprendedores que quieran optimizar su gestión financiera y contable.

La distancia entre banca digital y tradicional es cada vez mayor, puesto que la primera avanza a pasos agigantados respecto a la segunda. Los neobancos son nativos digitales a diferencia de la banca tradicional que ha debido actualizarse sobre la marcha. No obstante, son dos servicios compatibles; la banca tradicional tiene un mayor asentamiento y fuerza en el sector, mientras que la banca digital cuenta con las herramientas necesarias para mejorar el producto.