Adrián Amorín

Adrián Amorín

Country Manager de idealo.es

El estado de alarma aplicado por el Gobierno obligó a los españoles a permanecer en sus hogares y no salir salvo casos estrictamente necesarios. Esta situación provó en un inicio el cierre de todos los establecimientos físicos a excepción de los dedicados a alimentación y farmacia. Sin embargo, el confinamiento de la población no ha hecho desaparecer sus necesidades, sino que en algunos casos se han podido incrementar, debido a la obligación de los hogares a reaccionar ante una situación inédita en todos los ámbitos. Frente a este escenario, los españoles han encontrado en el comercio electrónico el  mejor aliado para afrontar este incierto panorama, realizando sus compras de forma segura.

De acuerdo con los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), correspondientes al tercer trimestre de 2019, el comercio electrónico  rozó en España los 12.500 millones de euros, un 23,5% más que el año anterior. Sin embargo, se está observando que, con toda probabilidad, el coronavirus generará un crecimiento mayor en el volumen de ventas online en España y, a la vez, un cambio en los hábitos de compra, ya que es muy probable que los usuarios que antes no solían realizar compras online opten por seguir haciéndolo una vez vuelva todo a la normalidad.

Esta crisis también está causando que sectores con mucho peso en el comercio online en nuestro país, como es el caso del Turismo, estén sufriendo una considerable caída de ventas. Al mismo tiempo, estamos advirtiendo cómo ciertas categorías que anteriormente tenían poco peso en el mercado, actualmente están alcanzando un crecimiento en sus ventas. Este es el caso de categorías como Alimentación, Belleza, Pharma, Deportes o Electrónica.

Además, para muchas empresas el ecommerce se perfila como la solución más viable para poder resistir a esta situación. Las compañías están potenciando sus canales online para comunicarse con sus clientes y ofrecerles sus productos. Así pues, observamos que los comercios que disponían de venta online han fortalecido su apuesta, dedicando una mayor parte de sus recursos a promocionar y mejorar este canal. Por otro lado, muchos de aquellos que únicamente disponían de tiendas físicas se han visto obligados a digitalizarse a marchas forzadas para aparecer en el entorno digital y salvaguardar su supervivencia.

Durante estas semanas de confinamiento, también se han observado cambios en la demanda y en el comportamiento de los consumidores online. Por ejemplo, tras analizar los principales productos demandados por los españoles para sobrellevar la cuarentena, en idealo.es observamos un resurgimiento de los accesorios deportivos para entrenar en casa, también de las videoconsolas y ciertos juegos de mesa o incluso de máquinas de coser para hacer tus propias mascarillas caseras. Una demanda adaptada a una nueva realidad, cuya tendencia también se refleja en las horas de mayor pico de tráfico en el ecommerce o las edades de aquellos que se lanzan a comprar por Internet. Como es el caso del segmento de población mayor de 65 años, que incrementó un 20 % sus compras en marzo en comparación con febrero y más de un 200 % si lo comparamos con marzo de 2019.

No obstante, y pese a que el negocio digital está siendo una garantía para que muchas empresas puedan mantener su flujo de actividad, el sector también se está viendo alterado por esta crisis, que afecta principalmente a la distribución, ya que hay un enlentecimiento en la cadena de suministro que se traduce en un considerable retraso en la entrega en comparación con los períodos ordinarios. 

Resulta innegable que nos encontramos ante un escenario inédito y desafiante para el ecommerce, cuyas consecuencias son difíciles de prever, requiriendo de una gran flexibilidad y capacidad de adaptación para toda la cadena de suministro. Este sector está demostrando su fortaleza y poniendo a prueba su resiliencia y planificación, ya que, junto a sanidad y alimentación, soporta la presión de tener que hacer frente a las necesidades básicas de los ciudadanos. Lo que esta crisis ha puesto de manifiesto es que, ante la amenaza del canal físico, la necesidad de digitalización de los comercios es hoy más patente que nunca. Con el retail en un momento de incertidumbre y probable recesión, es el tiempo del ecommerce para conquistar a los escépticos y demostrar que es una pieza clave para el motor del consumo.