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Rafael Quintana

Director Regional de Qlik en España y Portugal

Los últimos años han sido una montaña rusa para todos. En el caso de los directores financieros, estos se han visto especialmente presionados para ayudar a los directores generales a dirigir sus organizaciones a través de situaciones que ninguno esperábamos vivir. 

Por desgracia, con la agitación de los mercados, la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de la población, la incertidumbre tardará un tiempo en desaparecer y que podamos respirar tranquilos.

Utilizar los datos para reclamar el control

La necesidad de controlar mejor las finanzas de una organización es el primer paso para la mayoría de los responsables de garantizar la viabilidad a largo plazo. Así, los directores financieros están centrando su capacidad de previsión en recortar los costes adecuados (duplicados, innecesarios, sobreestimados, etc.) y en fijar los precios correctamente para tener éxito.

En este sentido, según un estudio de Gartner, un 98% de los CFOs encuestados afirma querer proteger sus inversiones digitales, mientras que otro 66% tiene previsto aumentar sus inversiones en este ámbito para mejorar el rendimiento. Se trata de una noticia alentadora, ya que quienes se preparan para sortear con éxito una recesión pueden posicionarse mejor para el crecimiento futuro. 

Demasiados datos sin filtrar

Hay dos elementos principales que frenan a los equipos financieros para lograr su objetivo: la confianza y una fuente de datos limpia. Y están intrínsecamente relacionados. Las nuevas tecnologías, los procesos y una mayor investigación implican más volumen, variedad y velocidad de datos. Piensa en lo habitual que es que los distintos departamentos cotejen sus propios datos en un sistema adaptado a sus necesidades: un ERP, otro para nóminas, otro para el seguimiento de pérdidas y ganancias, otro para informes de gastos, etc. El riesgo de verse inundado de datos es real. 

Disponer de una fuente de datos limpia es crucial, pero es un concepto que muchas organizaciones aún no tienen controlado, y mucho menos consiguen averiguar cómo pueden llegar a estar en condiciones de realizar análisis y tomar decisiones empresariales con ella. Extraer los datos adecuados puede ser una tarea abrumadora para los miembros del equipo financiero, quienes, en la mayoría de los casos, carecen de un conocimiento profundo de cómo opera cada función. Por eso es esencial desarrollar una estrategia holística y realizar las inversiones digitales adecuadas.

El primer paso es establecer y acordar cuáles son los KPI de la organización para que todo el mundo tenga claro cómo medir el éxito y el rendimiento. Después hay que determinar de dónde proceden esos datos y trabajar con los equipos de la empresa que los poseen para acceder a ellos en tiempo real.

Los datos en tiempo real son la clave del éxito

En un entorno que cambia rápidamente, la capacidad de acceder y analizar datos en tiempo real lo es todo. Los datos actualizados son moneda de cambio; los obsoletos, una deuda potencial.  Los datos actuales proporcionan vistas en vivo del rendimiento financiero y ayudan a señalar áreas de mejora o dónde puede necesitar pivotar el negocio cuando sea necesario. Los datos obsoletos son información afectada por la latencia que se deriva de las prácticas de BI heredadas, que a menudo implican que el departamento de TI prepare informes financieros. Cuando el informe se elabora y se entrega, la información que contiene ya está desactualizada. 

Más a menudo de lo que debería, los datos están aislados en distintos sistemas operativos y no se puede acceder a ellos automáticamente en tiempo real para analizarlos. Pero con un enfoque moderno, los datos de distintas fuentes pueden combinarse y ponerse a disposición de quien los necesite mediante la analítica: el objetivo final debe ser que una organización unifique los procesos básicos y pueda reaccionar en tiempo real a la información dentro de un único sistema. 

Esto ya es una realidad. A través de un único panel y aplicación, se pueden consultar datos en tiempo real todos los días, sin importar el dispositivo empleado o cuándo se haga. Esto permite tomar decisiones instantáneas para mejorar el negocio, una capacidad que deberían tener todas las empresas para actuar con confianza y certeza.

Avanzar con claridad

Nadie puede decir con certeza qué depararán los próximos años, lo que agrava la carga que tienen los directores financieros en su trabajo. Acontecimientos pasados nos han enseñado que los que actúan con inteligencia y siguen haciendo inversiones fundamentadas son los que tienen más probabilidades de recuperarse. Romper los silos para acceder a los datos correctos y fiables ayudará a una organización a obtener la mayor claridad posible cuando todo el entorno exterior es incierto.