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Ricardo Ruiz

Director de JUAN ENERGY

Parece que en la sociedad actual disponemos de mucha información sobre las compañías eléctricas, pero en la mayoría de los casos nos quedamos con la más superficial, sin analizar en detalle cuáles son las opciones que más nos pueden beneficiar en cada caso particular. En los últimos meses, los temas principales en el sector están siendo, sin duda, el cambio de normativa y especialmente la desorbitada y constante subida de la luz y cómo esta ha afectado a las rutinas y facturas de todos los ciudadanos de nuestro país, bien sea de forma particular en nuestros hogares o bien a las empresas. Por eso cabe preguntarse ¿Cuál podría ser la solución ante este disparo de precios? ¿Habría alguna forma paliar esta situación y conseguir ahorrar aunque sea a largo plazo? La respuesta es sí, y se llama autoconsumo para empresas. ¿Qué es y en qué consiste?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que el autoconsumo para empresas permite a cualquier empresa producir y consumir su propia electricidad instalando paneles solares en su local o nave industrial. Independientemente de su tamaño y sector, los paneles solares permiten un ahorro en la factura eléctrica y una menor dependencia de la energía comprada, lo que permitirá reducir los costes, no solo de la luz, sino del negocio en general.

Sin duda, esta se ha convertido en una tendencia muy aclamada, sobre todo en los últimos tiempos. Las subidas de la luz de las que hablábamos anteriormente, y la concienciación sobre el impacto negativo del consumo de energías contaminantes en el planeta, están consiguiendo que la sociedad reflexione y busque alternativas, lo que se ha traducido en un aumento en la demanda de placas solares por parte de grandes empresas y grupos industriales. De hecho, los datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) avalan esta teoría, ya que indican que en España se instalaron 596 megavatios (MW) de potencia fotovoltaica con fines de autoconsumo en 2020, lo que supone un 30% más que el año anterior. De ellos, un 56% corresponde al sector industrial, un 23% al comercial y un 19% se refiere al sector doméstico.

Ahora bien, ¿sabemos realmente en qué consiste el autoconsumo para empresas y qué beneficios puede aportar a las compañías? Sin duda, la primera y principal característica del autoconsumo de energía es que las empresas pueden generar su propia energía gracias a sus paneles solares. Con la instalación de los mismos, se logra que la luz del sol se convierta en la energía eléctrica que la empresa necesita para realizar su actividad.

Una de sus principales características es que se produce la energía allí donde se va a consumir, en el mismo edificio del negocio, y de forma sostenible generando energía renovable, no contaminante. Pero si tenemos que señalar las ventajas del autoconsumo para empresas, y aunque la principal es, sin duda, el ahorro mensual en la factura de la luz, encontramos varios e interesantes motivos por los que apostar por esta opción. 

El primero de los beneficios es, por supuesto, el ahorro. Aunque montar la instalación requiere una inversión, conseguiremos ahorrar desde el primer momento cada mes y esto nos permitirá recuperar esta inversión a medio-largo plazo, dado que nuestra factura se reducirá significativamente. Y no solo eso: los excedentes producidos de energía no consumida se puede verter a la red para el consumo por parte de otros usuarios, lo cual hará que se te descuente el valor de esa energía en la factura mensual, ahorrando aún más.

En segundo lugar, la sostenibilidad. Nuestra sociedad se encuentra en un momento crítico en cuanto a cambio climático, y un elemento decisivo en este sentido es el consumo energético y su impacto en el medioambiente. Por ello, es necesario poner todo de nuestra parte para construir un mundo más sostenible. Así pues, otra de las principales ventajas del autoconsumo es que obtenemos energía limpia, respetuosa con el medioambiente e inagotable. Así, ayudamos a que se reduzcan las emisiones contaminantes a la atmósfera, reduciendo la huella ecológica de nuestra empresa.

En tercer lugar, mejoramos la imagen de nuestra empresa. Gracias a estas apuestas de compromiso ecológico, conseguiremos que nuestro negocio esté mejor valorado por nuestros grupos de interés y socios, nuestros trabajadores y la sociedad en general.

En cuarto lugar, podremos conseguir ingresos para nuestro negocio. Además de ahorrar en nuestras facturas de la luz, podremos alquilar nuestro tejado a particulares u otras empresas para que instalen sus propias placas solares y obtener beneficios por ello. Es lo que se conoce como autoconsumo colectivo.
En quinto lugar, podremos aprovechar las ayudas y ventajas fiscales. Además de las ayudas Europeas a nivel comunitario, la mayoría de los municipios ofrecen bonificaciones sobre el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), de las que nos podremos beneficiar si apostamos por el autoconsumo y todo lo que ello implica.

Por último, en sexto lugar, pero no menos importante, gracias al autoconsumo podemos lograr que en nuestra empresa produzca y consuma energía de calidad y sin cortes. Con esta apuesta, nunca nos quedaremos sin electricidad, aunque sea de noche o esté el día gris. Seguiremos conectados a la red eléctrica para obtener toda la energía que necesite nuestra empresa si la producida no fuese suficiente.

Además de todo esto, las comercializadoras que apuestan por el medioambiente trabajan por apoyar de forma eficaz el autoconsumo eléctrico, poniendo a la disposición de los ciudadanos la posibilidad de evitar esa inversión inicial y pudiendo financiar la misma, mes a mes, en la propia factura de energía.

Una vez llegados a este punto, seguro que nos surge otra duda. Está claro que apostando por el autoconsumo para empresas conseguiremos ahorrar, pero ¿cuánto? Pues lo cierto es que la cantidad que podemos ahorrar dependerá de muchos factores, como el tipo de actividad de la empresa, las horas de mayor actividad, el espacio disponible para los paneles, la localización y orientación del edificio o incluso el precio de la energía. Normalmente, el ahorro se sitúa en torno al 40% o el 60% anual en la factura y la amortización puede lograrse en un período de entre 6 y 10 años (las placas solares tienen una vida útil de cerca de 30 años). 

Por supuesto, hay que tener en cuenta que las instalaciones de autoconsumo son diferentes entre sí, por lo que es bueno contar con profesionales que nos ayuden a tomar la mejor decisión. No obstante, aunque conviene estudiar cada caso particular, está claro que, para conseguir salvar nuestro planeta y cuidar de él como nuestro único hogar posible, el autoconsumo en empresas es una opción de futuro que, sin duda, va a ir cobrando mucha fuerza en los próximos años.