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Didier Lagae

Presidente Grupo Ejecutivos

Fue Antonio Machado quien inmortalizó, en 1913, esa imagen en su inolvidable poema ‘El mañana efímero’ y su conocidísimo primer verso que España era un país de charanga y pandereta, como cuadro representativo de la España, mísera, que tantas veces se ha criticado en nuestro país. La frase presentaba la España de hace más de cien años, pero desgraciadamente esa fama nos sigue acompañando un siglo después, teniendo al Gobierno de España escribiendo versos y más versos con la complicidad de sus “modélicos” socios, para darle la razón al poeta sevillano.

Hemos banalizado de tal manera al Presidente del Gobierno que la oferta política que nos ha ido presentando a lo largo de su mandato es una constatación de su arraigo a la charanga y a la pandereta.

Y si no, a las pruebas me remito. Intenten explicarle a un colega que vive fuera de España, que viene de vacaciones o a trabajar en nuestro país, y que se pone a ver los telediarios, a ojear periódicos o a bucear por Internet y que tiene la curiosidad de preguntarte por el Gobierno de España.  

Cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, en que Dolores Delgado, exministra de Justicia y ahora Fiscal General del Estado, salga con un exjuez, Baltazar Garzón, inhabilitado por el Supremo por prevaricar, bajo la lupa por sus contratos millonarios con el chavismo, y abogados de muchos ‘prendas’ de dudosa reputación.

Cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, que José Manuel Villarejo, excomisario de policía, acusado éste de organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales, que espiaba para todos y que montó una red de prostitución para sacar “información vaginal”, y que se encuentra desde el 17 de noviembre de 2017 en prisión provisional sin fianza, ya se lo comentó en un restaurante a Lola, Fiscal del Estado, como le gusta que le llamen, antes de que explotara todo.

Cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, que la Presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, exministra de Política Territorial y Función Pública, novia del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, esté poniendo todas las trabas del mundo para llevar a cabo la sentencia del Supremo contra Alberto Rodríguez, el que fuera número tres de Podemos y Diputado, donde le inhabilitan para ocupar cargos públicos por patear a un policía.

Cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, que España esté gobernada gracias al apoyo del jefe-terrorista de Bildu, y que este personaje diga que asesinar a casi 1.000 personas fue un error… y que demanda sacar a 200 presos etarras de la cárcel a cambio de su apoyo a los Presupuestos. 

Cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, que el Presidente, persona que siempre se ha caracterizado por cumplir con su palabra (¿?), responda con un “NO ROTUNDO” a la demanda de Otegi de sacar a esos presos etarras de la cárcel a cambio de su apoyo a los Presupuestos. Tranquiliza mucho viniendo de una persona que siempre cumple con su palabra… 

Cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, que el presidente del Gobierno copió su tesis doctoral o cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, si la mujer del César, además de ser honesta, debe parecerlo para mantener su actividad como directora de másteres universitarios con el respaldo de instituciones públicas y algún cargo docente más.

Cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, que la Ministra de Igualdad defienda durante la sesión de control al Gobierno en el Senado la contratación de una asesora condenada por agresión y otros dos asesores imputados por malversación y prevaricación con el argumento de que son personas “íntegras” y “buenas”, y que están “perseguidos” por “defender la democracia”.

Cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, que el Presidente de “todos” los españoles desequilibre los Presupuestos Generales de Estado para perjudicar muchísimo y claramente a una comunidad como la de Madrid, con una descompensación totalmente aleatoria, y favorecer a otras más afines a sus ideales.

Cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, que como la economía española va tan bien, el Gobierno en un alarde de “generosidad y competencia” ha decidido subir todos los impuestos posibles a la clase media: IRPF, sucesiones, donaciones, autovías, seguridad social, patrimonio, IBI, penalización fondos de pensiones, eliminación de deducciones… y todo ello mientras la inflación devora los bolsillos de los españoles.

Cuánto hay de chascarrillo y cuánto de verdad, que el Gobierno se ha subido el sueldo un 2 % en unas cuentas públicas de despilfarro y ruina, que en sus propias estimaciones dejará a España al borde la quiebra y con el mayor déficit estructural de toda la UE.

Juzguen ustedes sin son chascarrillos o si de verdad no tenemos un Gobierno de charanga y pandereta.