Miguel Ángel San Juan

Miguel Ángel San Juan

Responsable de Marketing y Comunicación

Arranca el año nuevo y finalizan las fiestas navideñas que, como viene siendo habitual, se han convertido en la excusa perfecta para que la solidaridad de todos se despierte con más fuerza que en otras épocas del año. Sin embargo, desde las organizaciones que trabajamos para mejorar la situación de las personas que requieren más apoyos, queremos recordar que la contribución de todos, particulares, empresas y administración pública, no sólo es indispensable en Navidad. 

Lo que sí que es cierto es que, gracias a esta “explosión” de solidaridad navideña, año tras año estamos logrando, desde FUNDACIÓN JUAN XXIII RONCALLI, que muchas personas privadas de la posibilidad de disfrutar de unas fiestas especiales por distintos motivos puedan sonreírle a la Navidad. Porque creemos firmemente que a nadie debe faltarle nunca una sonrisa, a ningún niño un juguete con el que ilusionarse, a ningún enfermo una palabra de aliento y a ninguna persona sin recursos económicos una celebración especial.

En los últimos años, la responsabilidad social de las empresas ha crecido de forma muy destacada y es cada vez mayor su compromiso, no solo con el medioambiente y con el bienestar de sus propios trabajadores, sino también con quienes se encuentran en riesgo de exclusión social. Y concretamente, las personas con discapacidad intelectual son quienes requieren más apoyos para su plena inclusión social y laboral. Ese es el objetivo de esta Fundación: sumar apoyos para lograr su plena inclusión, ofreciendo una mejora de su calidad de vida, una formación especializada y un empleo de calidad. Ofreciendo, en definitiva, cumplir sus sueños y empoderarlos para convertirse en ciudadanos de pleno derecho.

En este camino, y debido a ese compromiso social corporativo, las empresas son un agente clave y nos acompañan en la generación de oportunidades para todos: realizan acciones de patrocinio a organizaciones que requieren fondos para desarrollar su actividad, contratan servicios empresariales externos que emplean a trabajadores con discapacidad o contratan directamente a estos trabajadores en sus plantillas. Esto permite, en el caso de FUNDACIÓN JUAN XXIII RONCALLI, que podamos destinar el 100 % del margen de beneficio de los servicios que ofertamos, el margen social, a otras acciones solidarias que beneficien a todas las personas, no solo a aquellas que son objeto de nuestra misión.

De esta manera, demostramos también que las personas con discapacidad intelectual son capaces de dar apoyo y mejorar la vida de otras personas con necesidades concretas, no solo son receptores de ayuda; empoderamos su trabajo y contribuimos con el progreso social más allá de nuestra actividad, que ya tiene propiamente un fin social.

Estas Navidades que acaban de finalizar, hemos realizado visitas a hospitales para entregar regalos a niños ingresados y acompañarlos a ellos y sus familias en un momento tan delicado, así como a niños y familias en riesgo de exclusión que no tienen recursos. Esto ha sido posible gracias a nuestros voluntarios y la donación de juguetes de distintas empresas, como KAYROS DS o NORMON. Hemos ofrecido comidas navideñas con Roscón de Reyes para personas vulnerables de la mano de CRUZ ROJA, especialmente para personas refugiadas, gracias al margen solidario de los servicios de Cestas de Navidad que nuestras empresas colaboradoras contratan para agasajar a sus trabajadores.

Es decir, estas compañías que configuran un tejido empresarial comprometido con la sociedad logran un triple beneficio: primero para sus trabajadores, que reciben una cesta navideña para celebrar estas fiestas; también para las personas con discapacidad, pues contribuyen a que mantengan su empleo, y finalmente para otros colectivos vulnerables, pues contratan estos servicios sabiendo que su margen se destina a causas sociales.  

La Fundación, además, ofrece otras acciones de voluntariado y RSC, como los días sin colegio para que los hijos de los trabajadores de las empresas colaboradoras puedan disfrutar de una jornada inclusiva en la Fundación con personas con discapacidad mientras sus padres trabajan, o las jornadas de voluntariado corporativo que involucran a los trabajadores en actividades inclusivas. El catering de RONCALLI o el suministro de productos ecológicos son otros de los servicios que la Fundación ofrece para fomentar la inclusión de todas las personas y permiten a las empresas reforzar su compromiso social y beneficiarse de productos y servicios de calidad.

Los últimos años han demostrado la tendencia creciente de este tipo de iniciativas en España y en general en el panorama empresarial internacional, lo cual está permitiéndonos conquistar más derechos para las personas con discapacidad, que esta Navidad se han convertido en Reyes Magos para despertar ilusiones donde parecían dormidas. Porque aunque tengamos discapacidad, somos capaces de todo.