Schweppes apoya la formación en diseño y creatividad

El compromiso de Schweppes con la formación, el diseño, el apoyo a la hostelería y la captación de talento joven es una constante de la compañía. Por eso, y fruto del convenio suscrito con IED Madrid, network internacional de educación en diseño y management, la terraza de su sede Point Two acogió ayer ‘Schweppes by IED’. En este evento se presentaron los diez proyectos ‘La terraza Schweppes’ en los que, durante el segundo cuatrimestre del Máster de Diseño Textil y de Superficies, trabajaron por parejas las veinte alumnas, que diseñaron diferentes terrazas, inspiradas en el imaginario y los valores de esta compañía, fuertemente ligada al diseño, la moda y las tendencias.

Durante el evento se proyectaron animaciones de los proyectos de estas alumnas, con diferentes inspiraciones, pero todos muy ligados a los valores de marca de Schweppes, que se plasman en textiles, vestuario del personal de sala, papel de pared y, en definitiva, en todos los elementos de la terraza de un espacio hostelero de diseño. La directora del máster, Laura Martínez del Pozo (fundadora de Estudio pSeta y presentadora en el canal Decasa), resaltó «el gran nivel de los trabajos» y comentó su satisfacción por poder contar con el apoyo de Schweppes en este proyecto. «Queríamos que las alumnas trabajaran con un cliente de la envergadura de esta compañía, con un briefing profesional que les guiara y que pudieran inspirarse en el universo creativo tan especial de Schweppes. Estamos muy satisfechos con el resultado». Los asistentes al acto también disfrutaron de un pequeño cóctel.

Antes de exponer estos proyectos, las alumnas defendieron sus trabajos fin de máster ante un tribunal profesional, conformado por Nuria Mora, artista plástica; Nichole Bolívar, diseñadora y directora creativa, y Beatriz de la Cova, consultora de moda. Las alumnas presentaron un proyecto de carácter libre personal, lo que significa que se trataba de una simulación de autoencargo por el que las alumnas tuvieron que desarrollar las herramientas necesarias para encontrar su identidad como diseñadoras. Cada una de ellas creó ocho estampados, cada uno de los cuales debía incluir dos cambios de color, y además, al menos uno debía ser de tipo posicional (esto es, situarse en un espacio concreto de la prenda o superficie). Las estudiantes tuvieron también que diseñar, para uno de los estampados, una pieza en impresión 3D, y para otro, una animación digital. Las alumnas presentaron los estampados físicamente en tejido, a modo de muestrario, y mostraron su aplicación en diferentes productos.