Cepa 21 2017. Equilibrio y carácter varietal en una añada atípica

Vivir con Estilo | España | Redacción | 15 de marzo de 2021

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Enclavada en el corazón de la Ribera del Duero, en un edificio de singular arquitectura que domina un paisaje de cincuenta hectáreas de viñedo propio, Cepa 21 es una bodega boutique que apuesta por elaborar vinos modernos, asentados en la tradición vinícola de la zona, pero acordes con las tendencias actuales. Su nombre, de hecho, es toda una declaración de intenciones, ya que sus tintos son vinos de pura cepa, fieles a la variedad y al terroir del que proceden y diseñados para despertar las emociones del consumidor del siglo XXI. 

Cepa 21, buque insignia de la casa, se elabora a partir de uvas seleccionadas de un viñedo situado a gran altitud y con orientación norte, en el que la exposición, el clima y el suelo presentan las características idóneas para una uva de calidad excepcional. La de 2017, además, fue una añada atípica en la Ribera del Duero desde sus comienzos, con temperaturas anormalmente altas al inicio de la primavera que provocaron una pronta brotación. Las heladas de finales de abril afectaron a los viñedos reduciendo considerablemente su producción y aumentando la concentración de matices, mientras que el verano, seco y caluroso, favoreció la regularización de la planta y una vendimia temprana. 

Tras su envejecimiento en barricas de roble francés, Cepa 21 2017 llega ahora al mercado con una personalidad fuera de lo común. Refleja todo el potencial de la uva y presenta el equilibrio perfecto entre tanino, acidez y frescura; algo que, para José Moro, presidente y fundador de la bodega, «es lo que distingue a los vinos de calidad insuperable». Nada más servir el vino en la copa llama la atención la viveza de su color, rojo cereza picota con ribetes granates, que demuestra que el vino ha aguantado muy bien su paso tanto por barrica como por botella, dando una idea de su enorme potencial de guarda. Esa viveza es también augurio de la intensidad que va a manifestar en nariz y en boca. 

En la fase olfativa es muy atractivo, lleno de matices, de gran finura y complejidad. Predominan los varietales del Tempranillo y destaca sobre todo el equilibrio entre la frescura y la madurez de la uva. El paso del tiempo en barrica ha servido para perfilar la finura y la frescura natural del vino, pero la madera apenas se percibe, ya que se integra perfectamente en el conjunto aromático quedando en un segundo plano, dando soporte y haciendo destacar la personalidad de la uva con sutiles toques de especias y balsámicos. En boca, Cepa 21 2017 se muestra estructurado, potente, de tanino pulido pero persistente, con una acidez equilibrada, propia de los vinos que proceden de uva cultivada a gran altitud, y un postgusto largo que deja un gran recuerdo e invita a volver a beber.

P.V.P. botella: 17,95 €