El lugar perfecto para escapar del ajetreo de Madrid

Ejecutivos | 3 de abril de 2023

adf

El restaurante Las Margaritas, con una propuesta gastronómica marcada por productos de primera calidad, se perfila como el refugio ideal para huir del bullicio de la gran ciudad con la apertura oficial de sus terrazas: más de 800 m² donde disfrutar del sol ahora que comienza la primavera. Este restaurante, ubicado en El Plantío (Madrid), es punto de encuentro ineludible de todos aquellos paladares exigentes que quieran disfrutar de una buena cocina, que gracias al chef y al trato cercano por parte del equipo en sala, convierte la sencillez de las recetas de siempre en algo extraordinario y en una experiencia única para el comensal.

Desconectar, disfrutar, sentir el sol en la cara, y, sobre todo, dejarse llevar por el placer de comer bien. Esto es lo que busca y lo que encuentra con creces todo comensal que se acerca a Las Margaritas. Su localización, en El Plantío (Madrid), a pocos minutos del centro de la ciudad y de la Sierra de Madrid, lo convierten en el lugar idóneo para escapar del ruido de la gran urbe y para deleitarnos con la gastronomía española de siempre, pero con energías renovadas a través de un equipo joven, que devuelve la frescura al concepto clásico de casa de comidas. Todo se enriquece con un trato formal, pero cercano, por parte del staff del establecimiento, cuyo mantra es hacer sentir al cliente como en su propia casa.

El tercer mes del año trae novedades para este proyecto, en constante transformación, ahora que llega el buen tiempo. Vuelven las ganas de disfrutar de la gastronomía al aire libre y, por ello, Las Margaritas abre sus tres terrazas: dos ajardinadas y abiertas al exterior —una situada en la entrada del local, de carácter más informal, y otra en la parte trasera, en un patio ajardinado y más tranquila— y una tercera acristalada —conocida como ‘terraza de entretiempos’— para esos días en los que el frío primaveral juega una mala pasada. En total son más de 800 m² perfectos para disfrutar del sol con un buen aperitivo. Cada detalle en esta casa está cuidado al milímetro para conseguir que el comensal viva una experiencia única, pero sin perder el hilo conductor: disfrutar en la mesa.

PRODUCTORES PROTAGONISTAS DE LA CARTA

Las Margaritas cuenta con una amplia red de proveedores cuidadosamente elegidos bajo la premisa de ofrecer siempre lo mejor del panorama nacional. Ya sea en platos para compartir o en aquellos que invitan a disfrutar largo y tendido en la mesa, la esencia de este restaurante se percibe en todo momento: una cocina que defiende lo excepcional de la normalidad, esa gastronomía española de toda la vida, sin adornos, donde el protagonista es el mejor producto. De norte a sur y de este a oeste, un selecto grupo forma parte de esta gran familia. Entre ellos, destacan los huevos frescos de Finca Cabezamarta, que se pueden probar en platos como la ensaladilla rota sobre regañá —una de las raciones más demandadas—, o las verduras y hortalizas del huerto urbano de HuertAravaca, reflejadas en las piparras fritas, la lasaña de verduras, la ensalada de pimiento asado o las patatas Margarita —una suerte de patatas bravas con salsa de pimentón y mayonesa de ajo asado—. Otro ejemplo son las gildas con anchoas, que llegan directamente de Casa Santoña —empresa emblemática dedicada a la preparación de conservas y semiconservas artesanales—. Una cocina honesta y sin florituras en torno a recetas esenciales españolas, que según las estaciones va incorporando elaboraciones que potencian la calidad de una materia prima de temporada, como el arroz con setas y picantón —cuyos hongos procedentes de Setas Vicente— o la tostada de atún en tartar. Pero, sin duda, la joya de esta casa es la impresionante parrilla ubicada en la terraza trasera y pilar de la propuesta gastronómica del local. La principal apuesta de las brasas son los grandes pescados, procedentes de diferentes lonjas del Cantábrico y de Mercamadrid —la plataforma de distribución de alimentos frescos más importante de España y referente internacional—, que pueden pedirse tanto enteros como en brocheta y que permite probar el rodaballo, el mero, la lubina salvaje; otro de los platos de pescado indispensables del local es el bacalao de El Barquero, compañía asturiana dedicada a la comercialización de este tesoro del mar. Las carnes de El Encinar de Humienta se pueden degustar en el churrasco de cerdo, en cortes de vaca vieja y en la demandada chuleta de vaca Ayrshire finlandesa.

adf

EQUIPO ENTUSIASTA

Hace apenas seis meses, un grupo de jóvenes emprendedores, cada uno especializado en diferentes áreas, supo cohesionar sus conocimientos en esta casa de comidas de ensueño. Las Margaritas está respaldado por un equipo que ha hecho realidad este restaurante. Al frente se encuentra Bosco Blanco, que ha basado el proyecto en la sencillez, algo transversal en este restaurante: empezando por su propio nombre y siguiendo con su cocina, ubicación e interiorismo. La simplicidad y belleza de la margarita, una de las flores más populares del planeta, ha servido de inspiración para fijar su filosofía culinaria —y su propio nombre—: cocina de siempre, bien hecha y sin dobleces. Liderando la cocina está el chef Javier Montes, formado en la escuela de cocina de Luis Irizar (País Vasco). El interiorismo —a cargo del estudio de paisajismo Mingobasarrate y de Íata Estudio—, la dirección artística —de Lucía y Beatriz Peralta—, el entorno, la arquitectura —obra del estudio Atienza Maure Arquitectos— y, por supuesto, la cocina han contribuido a esa mágica atmósfera hogareña, que hace que por unas horas el comensal se olvide del reloj y se rinda a largas sobremesas. Un local con líneas minimalistas y colores cálidos, que recuerda a esos restaurantes de siempre, en el que comer bien y sentirse como en casa.

LO QUE ESTÁ POR VENIR

Las Margaritas es un proyecto vivo que tiene previsto crecer a lo largo del año con la incorporación de nuevas propuestas. Entre las próximas novedades planteadas por los socios está la incorporación de un plato del día —para animar a que el público ejecutivo acuda a almorzar—, el desarrollo de una carta de aperitivos —para tomar en las terrazas en un ambiente más informal y relajado al aire libre— y la incorporación de un brunch para el fin de semana.