Adega Casa da Torre, tradición e innovación

Amalia Gallego | 6 de mayo de 2022

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Integrada en la empresa Secret Spot Wines de la familia Lopes Sousa destaca en el sector portugués como una apuesta de futuro que busca no solo dignificar los vinos sino conseguir caldos personales y de alta calidad.

Vila Nova de Famalicáo acoge una bodega que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, transformando su espacio, su actividad vitivinícola y sus vinos al siglo XXI sin perder la esencia tradicional que siempre los ha destacado. 

Hablamos de la Casa da Torre que forma parte de la llamada Ruta del Vinho Verde y que ha evolucionado con precisión y maestría de la mano de tres generaciones de un apellido ligado a esta zona cuya pasión es unir su historia al trabajo bien hecho, a la labor ancestral del viniticultor y a la sensibilidad de crear los mejores caldos que origina esta zona lusa. 

En terrenos entre los ríos Duero y Miño, Quinta da Casa da Torre, Quinta do Cruzeiro y Quinta da Senra, forman parte de Secret Spot Wines,  una empresa que destaca en el sector portugués como una apuesta de futuro que busca no solo dignificar los vinos sino conseguir caldos personales y de alta calidad.  Con otra bodega en los Arribes del Duero, donde elaboran uno de sus caldos más especiales, Lacrau, Secret Spot Wines desafía al tiempo con sus propuestas que triunfan a nivel nacional e internacional.

La razón de esta realidad, la sensibilidad de los Lopes Sousa que comenzaron su andadura profesional con una fábrica de botones y que actualmente cuidan de las viñas como si fueran miembros  de la familia, y su apuesta atrevida por crear sensaciones multisensoriales en cada una de las añadas donde beber se convierte en arte. 

Y es que en esta bodega todo es evolución medida bajo la atenta mirada de Manuel Sousa Lopes y su hijo Gonzalo. Viñedos, arquitectura, entorno natural, familia y trabajo se dan la mano en un viaje en el que uno quiere ser invitado para poder ser simplemente espectador mudo por el placer de sentirse incluido en una gesta heroica.

Casa da Torre es una tradicional bodega que entró a la modernidad arquitectónica de la mano de los arquitectos Carlos Castanheira & Clara Bastai. Recorrerla es un buen ejercicio para entender como la esencia de la fabricación tradicional puede escalar en calidad a partir del uso de la tecnología y de la arquitectura ambiental, donde el material predominante es la madera. El complejo integra las producciones vinícolas propiedad de la familia Sousa Lopes en el norte portugués. A la bodega, se une una explotación agraria y un complejo enoturístico, firmado también por los arquitectos Castanheira & Bastai. 

Manuel de Sousa Lopes, propietario de Quinta do Cruzeiro con ocho hectáreas de viñedos con las viñas Loureiro, Arinto, Chardonnay y un viñedo viejo con varias castas tradicionales y Quinta da Senra con siete hectáreas de viñedos con las castas Loureiro y Arinto, comercializa Quinta do Cruzeiro, Sousa Lopes y los monovarietales de castas internacionales de la marca Lacrau. La imagen de las etiquetas es la de Pinheiro Manso que tiene un significado muy especial para la familia ya que fue plantado el 31 de marzo de 1932 por el abuelo para conmemorar el nacimiento de su primera hija.

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Un proyecto de éxito

Pero hay que analizar los inicios de la Bodega Casa da Torre para entender el momento actual. El proyecto vitivinícola Casa da Torre se inició en 1977 con la compra de la propiedad por parte de Manuel Artur de Sousa Lopes. A principios de los años 80 se iniciaron los preparativos para la plantación de 5 hectáreas de viñedo y la restauración de la bodega existente. En ese momento la bodega constaba de tan solo un edificio de 9m de ancho por 18m de largo, y las prácticas de vinificación, que para la época serían las habituales en cuanto al tamaño de la producción, estaban poco mecanizadas. El vino que allí se producía tenía como destino un mercado local, donde la mayor parte de las ventas se realizaban en la puerta de la bodega. 

A fines de la década de 1990, más específicamente en 1997, se llevó a cabo un proyecto liderado por Gonzalo de Sousa Lopes, hijo de Manuel. Con la intuición de aumentar la producción, se trata pues de explorar 3 propiedades pertenecientes a la familia, que suman un total de 21ha de viñedo – Quinta da Casa da Torre, Quinta do Cruzeiro y Quinta da Senra. En ese momento surgió la necesidad de ampliar y modernizar la Bodega Casa da Torre, quedando el edificio con un área de 324m2 (18 por 18m) y mayor capacidad de vinificación. El objetivo de esta inversión sería vender vino no solo a nivel regional sino también a nivel nacional.

Hubo cuatro factores que influyeron en el reciente proyecto de Bodega Casa da Torre: la necesidad de drenar el producto en un aspecto internacional; el aumento de la capacidad productiva y consecuente modernización; y la demanda comunitaria en el campo de las industrias agroalimentarias.

Con el peso de estos cuatro factores, el crecimiento de la bodega tuvo que pasar por la creación de un edificio emblemático para el sector vitivinícola de la región. Tras encontrar una persona que liderara el proyecto arquitectónico, fue necesario intervenir a nivel de condiciones de trabajo (higiene y seguridad alimentaria), distribución, mejorar técnicas de vinificación (durante la vendimia apenas se aprovecha la fuerza de gravedad, control de temperatura de fermentación, etc.) y la adquisición de equipos de alta tecnología para el producto terminado (estabilización, filtración, llenado, etiquetado y envasado). 

Los vinos más personales de Secret Spot Wines

Hacer una selección de sus vinos es tarea difícil, pero ya solo dos de sus caldos logran conquistar a los paladares más exigentes. 

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  • Quinta del Cruzeiro sin filtrar (Loureiro y Alvarinho). Vendimia manual  con prensado de uvas desgranadas/enteras, clarificación natural a 10ºC. Fermentación con estricto control de temperatura. Sin filtración ni estabilización antes del embotellado. Con un color verde citrino cuenta con un aroma fresco y delicado con notas de frutas tropicales y un fondo mineral. En boca, nos hace disfrutar de una textura suave, acidez equilibrada con una mineralización bien presente y un final largo y elegante. Un vino complejo y armonioso ideal para acompañar pescados en aceite a la plancha o asados y mariscos cocidos.  

  • Lacrau Sauvignon Blanc. Fermentación bajo estricto control de temperatura sin filtración y sin estabilización hasta el embotellado. Con un color verde citrino  y un aroma aresco y delicado con notas de cítricos, hierbas y manzana verde. Textura suave, acidez y mineralización equilibrada, con fruta verde en boca Ideal con aperitivos, pescados a la plancha o mariscos. 

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Es recomendable también Lacrau 100% Moscatel Galego, un vino para la primera copa de una gran comida.