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José Tormo Baños

Director regional para el Sur de Europa de Aruba

Como director general es imposible estar involucrado en cada una de las decisiones de una organización, por ello, el apoyo de un sólido equipos de directivos de área, como el director de RRHH, el director financiero, etc. son de gran ayuda para la consecución de los objetivos empresariales. ¿Significa eso que se puede ser director general sin tener relación con las tecnologías de la información y la red informática de la organización? La respuesta a esta pregunta es un no, justificado por el vertiginoso ritmo al que va la digitalización y reconociendo que la tecnología permite e impulsa gran parte del negocio.

Cuando se trata de la red de TI, el grado de comprensión e implicación de cada director general es distinto. Pero cuanto más fuerte sea su implicación con esta red, mayor es el impacto positivo de las TI en las funciones empresariales soportadas y en el negocio en general. En este ámbito, por otro lado, hay tres puntos clave que influyen directamente en la supervivencia y crecimiento de las empresas:

 Invertir en la red significa invertir en todas las unidades y objetivos empresariales

¿Hay algún departamento que no se beneficie de la posibilidad de trabajar mejor, más rápido, fácil, inteligente, barato y seguro? ¿Hay alguna prioridad estratégica que no se vea favorecida por la red TI? La pandemia ya ha demostrado por qué la transformación digital es ahora clave para la supervivencia de los negocios. 

Disponer de las últimas tecnologías significa poder ayudar a los departamentos enfocados al cliente a ofrecer productos y servicios de mayor calidad y competitividad, y a mantener el ritmo de los cambios en sus demandas. También significa potenciar las funciones de back-end para ofrecer un mejor apoyo al resto de la organización y, también, que los empleados -independientemente del departamento al que pertenezcan o del lugar desde el que decidan trabajar- puedan tener la mejor experiencia posible, sin obstáculos ni complicaciones técnicas que les impidan realizar su trabajo de la mejor manera. 

De hecho, muchos trabajadores experimentaron una notable mejora de la conectividad mientras trabajaban desde casa durante la pandemia y ahora exigen esa misma experiencia en su vuelta a las oficinas. La automatización de los sistemas también es una demanda que crece, ya que no sólo agiliza las operaciones y evita los errores humanos, sino que libera a los empleados de trabajos mecánicos y repetitivos para que éstos se puedan enfocar en proyectos de mayor valor.

La tecnología adecuada también permite procesar y extraer información útil del aluvión de datos que las empresas acumulan a lo largo del tiempo. Una eficiente interpretación de estos datos resulta clave para el ahorro de costes, para mejorar la eficiencia operativa e incluso para desbloquear nuevas oportunidades de negocio y fuentes de ingresos. Pero para conseguir estas ventajas, primero hay que darles a estos datos un correcto almacenamiento, protección, clasificación y análisis. 

Para sacarles todo el potencial a los datos, de este modo, los directores generales deben trabajar estrechamente con sus directores de informática y otros jefes de departamento para entender el impacto real que tiene la red informática empresarial en cada área y en el negocio en general.

La red es clave para todos lograr los objetivos de sostenibilidad

La transición hacia un modelo de empresa más sostenible se está impulsando tanto por parte los consejos de administración de las empresas, los inversores y los gobiernos, como por parte de los empleados y el público en general, por lo que la sostenibilidad se ha convertido hoy en una prioridad estratégica en las organizaciones.

La red y la sostenibilidad tienen en común que ambas impactan en todas las áreas de la empresa, lo que, a su vez, significa que la red puede impactar en todos los ámbitos de la sostenibilidad. 
Y es que la red informática desempeña un papel clave para que las empresas puedan elaborar y ofrecer productos y servicios más sostenibles y para que puedan medir y demostrar dicha sostenibilidad. Por esta razón, invertir en la infraestructura de red adecuada debería ser la preocupación principal de todo director general en la actualidad. 

No se trata sólo de mantenerse al día, sino de ir por delante

Dado el ritmo de los cambios y de los avances en el mundo de las nuevas tecnologías, cualquier director general que se limite solo a usar la red para mantener las operaciones en movimiento y al día, ha perdido la partida. Antes, si la red informática se caía, los empleados podían hacer otro trabajo manual mientras esperaban a que se arreglara. Hoy, sin embargo, esto sería imposible, ya que la conectividad es uno de los pilares para la ejecución de prácticamente cualquier labor.

Para el potencial de la red va mucho más allá, ya que la misma puede ayudar a la empresa a estar siempre por delante y a diferenciarse de la competencia. Esto se debe principalmente a que la inversión en una red informática ágil crea la base para que todas las áreas de la empresa puedan innovar, desde los propios equipos de TI hasta el departamento de I+D. Con una red ágil, la infraestructura TI de la organización está siempre preparada para integrar, soportar, asegurar y financiar cualquier nuevo desarrollo tecnológico que pueda ayudar a la empresa a acercarse a sus objetivos. Y es que, ante los frenéticos cambios de la industria, los directores generales deben asegurarse de que sus empresas son capaces de reaccionar con la misma rapidez, con la ayuda de las TI.

A modo de conclusión, la red informática de una organización hoy no puede ser responsabilidad exclusiva de un solo ejecutivo o departamento. Los directores generales necesitan enfocarse en cómo empoderar a su CIO para que se convierta en un defensor de la red y apoye a los directivos de todo el resto de áreas para que trabajen juntos en la construcción de una red informática que les ayude a lograr tanto sus objetivos departamentales como colectivos.