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Lizbeth Luna Victoria

CEO & co-founder en DogHouser

Soleil, mi mascota adoptada hace 7 años, llegaba a la oficina tan feliz como perro con dos colas. Su emoción se mostraba desde antes de salir de casa cuando yo terminaba de ducharme y alistaba la mochila con nuestras respectivas meriendas. Ella daba de saltos en la puerta de casa y me jalaba hasta el coche. Una vez aterrizadas en el edificio de mi trabajo, unas 30 personas estaban listas para llamarla a sus respectivos sitios y acariciarla. En 10 minutos, aquella perrita iniciaba su recorrido por sus más prestos amigos humanos. A veces obtenía más que solo apapachos, pues alguno le traía juguetes y otros snacks. Después de su ronda matutina de saludos, dándose por bien servida, se acomodaba en una pequeña cama que le habíamos instalado y pasaba dormida el resto del día con excepción de sus salidas al baño. Así era la vida de mi perra en la oficina, la CEO jamás nombrada. 

Es claro que la vida de mi perra en la oficina era una maravilla, pero hay datos que sustentan que también tiene grandes beneficios para los empleados. En 2017, Purina realizó una investigación con dueños de mascotas en toda Europa para averiguar qué pensaban del programa Pets at Work que ellos impulsan. El mismo estudio sugiere el tener mascotas en el trabajo reduce el estrés, promueve la felicidad e incrementa la colaboración.

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*Fuente: Purina, Pets at work

Pets at work es una iniciativa de Purina para apoyar a las empresas a establecer políticas petfriendly en sus oficinas ayudándoles y guiándoles en el proceso de implementación a través de su know how.

El target de empleados que encontraría más beneficios en esta iniciativa está marcado por la edad ya que 83% de los millenials españoles llevarían a sus mascotas al trabajo si se les permitiese hacerlo. Entre otros, porque creen que les ayudaría a reducir el estrés y a crear una atmósfera más relajada. Este beneficio lo valoran aún más que tener un seguro de salud y resulta un factor determinante a la hora de escoger un empleador. No por algo, oficinas como Google o Amazon lo tienen dentro de sus políticas. De hecho, en Estados Unidos es una política ya normalizada y se calcula que 1,4 millones de personas van al trabajo con sus mascotas de forma regular (American Pet Products Association). Adicionalmente para los que no tienen esta política de forma regular, existe el “Take your dog to work day”, donde se permiten los perros solo por esa fecha y se busca incentivar la adopción de animales.

Lo que es claro es que los beneficios se pueden contabilizar, pero más aún sentir. Los expertos señalan que, a pesar de que para algunos puede representar una distracción, por el contrario, aumenta la productividad en el entorno laboral. Esto debido a:

 

  1. Reduce el estrés: Acariciar a un perro libera endorfinas, la hormona de la felicidad y bienestar, lo que causa que los trabajadores puedan encontrar un punto de desfogue para aguantar las presiones del día a día. 
  2. Fomenta la creatividad: Un entorno donde prima un ambiente agradable, da espacio a crear nuevas ideas divirtiéndose en el camino.
  3. Incrementa la comunicación y el team building: Los perros suelen ser un tema que conecta personas y genera mejores lazos en el equipo, por tanto, reduce los conflictos.
  4. Mejora el compromiso con la empresa: los empleados valoran con altos índices que se les permita estar en el trabajo con su mascota ya que no están preocupados por ellas solas en casa.

 

Es verdad que a pesar de los beneficios también existen inconvenientes como alergias, ladridos o accidentes. Sin embargo, bajo una gestión adecuada y un reglamento claro, estos impactos se pueden reducir al mínimo para que el balance sea positivo.