Hace unos días, mi compañero Andrés reflexionaba sobre estoicismo y tokenización. Y es que la filosofía a veces puede ser tan abstracta como el concepto de tokenizar. 

Sin embargo, el estoicismo es una filosofía práctica, y aunque nuestro mundo actual es muy diferente al de Séneca, Marco Aurelio y Epicteto, la naturaleza humana permanece intacta. Seguimos luchando contra los mismos desafíos de hace siglos: el miedo, el deseo, la ira, la incertidumbre, la necesidad de pertenencia al grupo…

Los estoicos destacaban cuatro grandes virtudes: sabiduría, coraje, justicia y templanza. Quién sabe si Satoshi Nakamoto y el origen de Bitcoin bebieron un poco de esos principios estoicos… En 2008 no era sencillo tener la capacidad de observar la realidad de manera objetiva y racional, pero Satoshi tuvo la valentía y el coraje suficientes para desarrollar un modelo que haría un nuevo concepto de dinero más justo.

Y después de Satoshi y Bitcoin empezó a girar la rueda. Inicialmente estuvo movida por quienes querían cambiar el mundo y dar libertad y poder a quienes estaban dominados por los grandes organismos centralizados. Pero, la rueda seguía girando y entraron nuevos jugadores a los que no solo movían esos principios morales, sino el deseo de que la suerte les cambiase la vida.

Muchos de los comportamientos socialmente aceptados hoy se castigaban años atrás. Ahora bien, hay ciertos patrones morales que permanecen generaciones tras generaciones en culturas, a priori, antagónicas. 

Epicteto decía que “cuando un niño mete la mano en una vasija de higos agarra un puñado, pero ahora no puede sacar la mano y llora. Si suelta unos pocos higos, podrá sacar la  mano y disfrutarlos”. Ya le hubiera venido bien a Sam Bankman-Fried (ex CEO de FTX) soltar unos pocos higos antes de morir de indigestión.

Si hay algo de la filosofía estoica que me gusta especialmente es esa dicotomía de control que distingue entre lo que depende de nosotros y lo que no. Nuestra energía y esfuerzo deben enfocarse en aquello que depende de nosotros.

Aplicando esa filosofía al mundo de la inversión en el sector cripto, podremos decir que bajo nuestro control están las horas que dedicamos a la formación, al estudio y comparación de los proyectos, a la diversificación… Pero, si habiendo hecho todo este trabajo algún evento inesperado ocurre, la alternativa a la queja será pensar cómo podemos maximizar la probabilidad de obtener el resultado deseado  en la próxima ocasión.

A todos aquellos que cuando hablamos de tokenización, blockchain y cripto se nos ve el brillo en los ojos, recordemos que nuestras acciones son nuestro mensaje, y que más que predicar sobre cómo se debe comer, lo mejor es comer como debamos.

Andrés, este café a tu salud. Que aproveche.