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José Manuel Corrales

José Manuel Corrales, profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea.

El V acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (V AENC) ha sido firmado el 10 de mayo por las organizaciones empresariales más representativas CEOE y CEPYME y las organizaciones sindicales CCOO y UGT y supone un espaldarazo positivo para la prosperidad de nuestro país.

La estanflación es una cruda realidad, con una ralentización del potencial económico de España. Las perspectivas para la economía española son ya más modestas, y como mucho se aspira a un crecimiento anual del 2% del PIB, no habiendo recuperación total de los niveles de prepandemia al menos hasta 2024. 

El clima político no ayuda y ha llegado a su mayor grado de crispación y polarización, con choques que se reproducirán en los próximos meses, en el marco de un ciclo electoral con elecciones autonómicas, locales y por último generales, en pocos meses.
El V AENC en este contexto de dificultades, estancamiento económico y amenazas, supone una apuesta decidida por la paz social y el diálogo como eje del autogobierno de las relaciones laborales, con la negociación colectiva como su máxima expresión, contribuyendo de forma muy positiva a la mejora de la productividad y competitividad de nuestras empresas.

La clave en España para los próximos meses estará en que la desaceleración económica no se contagie al mercado de trabajo, provocando destrucción de empresas y empleo. Para evitarlo, es necesario más responsabilidad, dialogo social, solidaridad y que los diferentes agentes sociales y económicos “arrimen el hombro”. Por desgracia parece difícil esperar algún aliento positivo que tenga un origen político e institucional debido a los cruentos ciclos electorales que viviremos. 
Ahora no son tiempos para la polarización inútil, la autarquía, el proteccionismo económico, la xenofobia y los egoísmos insolidarios. En nuestras manos está avanzar o por el contrario retroceder. Hoy más que nunca se precisa dar pasos adelante en el estado de bienestar, y para eso se necesita más y mejor dialogo social.

Por eso como en ocasiones anteriores, este V AENC busca, desde la negociación colectiva, la mejora de las condiciones laborales de las personas trabajadoras, la recuperación salarial y la calidad del empleo. Así el acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (AENC) establece una subida de salarios del 4% en 2023, del 3% en 2024 y del 3% en 2025. Además de un alza salarial del 10% hasta 2025, también se han aprobado otras cuestiones relacionadas con la contratación, los procesos de incapacidad temporal, la jubilación parcial, formación e igualdad, entre otras claves del acuerdo.

Este nuevo pacto salarial debe servir para impulsar la negociación colectiva de los 1.400 convenios pendientes, adaptándose en cada sector o empresa, cuyas situaciones son «muy desiguales» en crecimiento, resultados o incidencia del salario mínimo interprofesional (SMI), todo ello con el objetivo del mantenimiento y la creación de empleo.

Al mismo tiempo, los agentes sociales abogan por promover en los convenios una «racionalización» de las estructuras salariales, integrando los principios de transparencia retributiva y de igual retribución por trabajos de igual valor.
El acuerdo también regula el teletrabajo y  la desconexión digital e insta a los acuerdos o convenios colectivos a que lo desarrollen en las empresas.

El acuerdo también contiene recomendaciones en materia de contratación directamente ligadas a la reforma laboral que acordaron con el Gobierno. De este modo, tras constatar los «buenos resultados» de la reforma laboral hasta la fecha, consideran que los convenios colectivos deben contribuir a seguir en esta dirección fomentando la estabilidad en el empleo y el uso adecuado de las modalidades contractuales, desarrollando los distintos llamamientos que la norma hace a la negociación colectiva.
Así el V AENC da respuesta a la necesidad de incrementar salarios en la actual coyuntura, al tiempo que refuerza la negociación colectiva como modelo de gobernanza de las relaciones laborales. Además, con un enfoque innovador, abre un cauce para garantizar su adaptación a los retos del futuro, como la transición verde o la digitalización.

Los agentes sociales ofrecen al conjunto de la sociedad un acuerdo que aporta certezas y compromisos ante la incertidumbre y los importantes retos que España afronta como país.

Hay que destacar el requerimiento que se hace al Gobierno para adaptar la actual normativa de revisión de precios en la contratación pública para que permita su actualización en determinadas situaciones.
Asimismo, se afronta la necesidad de analizar la evolución de los indicadores de incapacidad temporal derivada de contingencias comunes para establecer medidas de actuación que mejoren la salud de las personas trabajadoras y logren reducir la frecuencia y duración de estos procesos, entre otros tratando de realizar un mejor aprovechamiento de los recursos de las Mutuas colaboradoras de la Seguridad Social sin modificar las actuales competencias de los servicios públicos de salud y con plena libertad de la persona trabajadora.

Este acuerdo de país debe además de servir para recuperar el poder adquisitivo perdido, debe evitar sufrimientos, sobresaltos y turbulencias desagradables en lo económico y lo social.