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Ricardo Ruiz

Director de JUAN ENERGY

Desde que las tarifas de la luz cambiaron a principios de junio, muchas personas han establecido nuevas rutinas para marcarse un nuevo plan que, en la medida de lo posible, les permita ahorrar en sus hogares. Ahora bien, parece que nos olvidamos de que, para las empresas, este cambio también ha supuesto un punto de inflexión. La posibilidad de hacer un plan de ahorro de energía en una empresa proporciona una gran cantidad de ventajas directas e indirectas para cualquier negocio: económicas, laborales, de imagen y reputación… 

¿Cuáles son estas ventajas, en qué benefician a las empresas y en qué las ayuda a mejorar? Analizamos las 5 razones más importantes por las que una compañía debería apostar por un plan de ahorro de energía.

1. Ahorro de costes: Una de las consecuencias más directas y evidentes de un plan de ahorro de energía en una empresa es que se reduce el importe que se paga por la energía. Es decir, se optimizan los costes, sin que esto perjudique a la actividad del negocio.

Un plan de ahorro de energía puede recoger medidas sin inversión, como la concienciación de los empleados o el cambio de hábitos y costumbres. Pero también puede incluir medidas que requieran inversión (temporizadores, interruptores de presencia, renovación de aparatos, autoconsumo…), que permiten recuperarla a medio o a largo plazo. En todo caso, se incrementa el margen de beneficios reduciendo costes mensuales de forma sencilla.

2. Entorno de trabajo más saludable: El uso eficiente de la energía influye en la creación de entornos de trabajo saludables, facilitando mejores condiciones de bienestar y salud para sus trabajadores ya que, por ejemplo, implica el uso de aparatos más modernos, el cambio de bombillas, la instalación de automatizaciones de apagado o el establecimiento de temperaturas de confort.

Así, un plan de ahorro de energía para empresas puede ayudar indirectamente a disminuir el riesgo de alergias, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, ansiedad o estrés. De esta forma, está más que demostrado que los empleados son más productivos y tienen un mayor rendimiento.

Además, implicar a todo el equipo en la cultura del ahorro energético y en un uso eficiente de la energía puede resultar un factor diferencial que motive a la plantilla, siempre que se comunique de forma correcta (es muy importante divulgar las ventajas que el ahorro energético puede aportar a los empleados, para que el plan de ahorro no se perciba como un conjunto de obligaciones añadidas).

 3. Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Una de las ventajas de hacer un plan de ahorro de energía en una empresa es que esta medida contribuye al cumplimiento de varios de los ODS, como el ODS 7 (energía asequible o no contaminante), el ODS 13 (acción por el clima) o el ODS 12 (producción y consumo responsables). 

Hay que tener en cuenta que la energía es un factor que contribuye especialmente al cambio climático y representa cerca del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. 

Durante muchos años, los combustibles fósiles como el petróleo o el carbón han sido las principales fuentes de producción de electricidad, generando importantes cantidades de gases de efecto invernadero que tienen efectos negativos en el bienestar de las personas y el medioambiente. Por eso, además de implementar planes de ahorro energético, las empresas pueden apostar por contratar energías verdes y renovables.

4. Fortalecimiento de la Responsabilidad Social Corporativa: La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es un factor cada vez más valorado por clientes, potenciales inversores y otros stakeholders. El plan de ahorro de energía para empresas es una acción que puede formar parte de las políticas de RSC, ya que con un consumo racional de la energía se reducirá el impacto negativo sobre el medioambiente. 

Conviene plantearse, además, como decíamos antes, la contratación de energía verde procedente de fuentes naturales inagotables o poner en marcha iniciativas de autoconsumo que reduzcan todavía más la huella de carbono de la empresa. Aunque no se pueden revocar los efectos del calentamiento global, sí que podemos frenarlo con medidas de ahorro energético y usando energías alternativas. 
 
5. Mejorar la imagen de empresa: Las empresas socialmente responsables que impactan positivamente en su comunidad o algún grupo específico de ella son mejor valoradas por sus empleados. Por otro lado, los clientes, los socios y la sociedad en general también ven con mejores ojos a las empresas que se preocupan por la sociedad y son socialmente responsables. Esta es una clara ventaja competitiva para cualquier negocio, independientemente de su tamaño y sector.

Sin duda, si una empresa quiere apostar por mejorar su imagen, ahorrar energía y ofrecer a sus empleados un compromiso real con el planeta y con la sociedad, es muy importante que apueste por un plan de ahorro de energía. Contratar, además, una comercializadora que ofrezca energía 100% verde será esencial para llevarlo a cabo