La economía española modera su avance

Aunque la economía española sigue creciendo por encima de la media de los países europeos, empieza a dar señales de desaceleración. El PIB del segundo trimestre del año ha crecido solamente 0,5 %, frente al 0,7 % de los tres primeros meses del año, según los datos de Contabilidad Nacional publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La cifra, que se queda por debajo de la previsión del Banco de España, que estimó un avance del 0,6% de abril a junio, supone la cota más baja alcanzada desde el tercer trimestre de 2018. De este modo, el crecimiento previsto del PIB para este año se queda en 2,3 %m muy lejos del 4,1 % logrado en 2015 y del 3,1 % de 2017.

Esta ralentización de la economía española se debe al descenso de la demanda interna, que creció un 1,6 % entre abril y junio, frente al 3,3 % que aportaba en el mismo periodo de 2018. La contribución de la demanda externa, que ha avanzado un 0,7 % en este segundo trimestre, no ha logrado compensar la menor demanda nacional. Entre las posibles causas, hay que el gasto de las administraciones públicas y la inversión pierden fuelle debido a la inestabilidad provocada por la parálisis gubernamental en época de elecciones.

La desaceleración española se enmarca en un contexto de freno del crecimiento europeo. De hecho, la oficina comunitaria de estadística Eurostat ha publicado que el crecimiento de la zona euro fue del 0,2 %, la mitad de lo que fue en el primer trimestre. La economía italiana se estancó con un crecimiento de solo el 0,1 %.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía española seguirá con la desaceleración, con un crecimiento del 1,9 % en 2020, mientras que la zona Euro rebrotará y pasará del 1,3 % en 2019 al 1,6 % en 2020.