DWS espera un fuerte crecimiento y una caída de la presión inflacionista en 2022

Empresa | España | Redacción | 24 de noviembre de 2021

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La renta variable asiática podría remontar en el segundo semestre de 2022. Los portfolios deberían ser más amplios: diversificar a través de los bonos no es suficiente.

«La crisis del coronavirus nos ha dejado algunas lecciones que desempeñarán un importante papel tanto en el próximo año como en los siguientes», ha afirmado Stefan Kreuzkamp, Chief Investment Officer de DWS en el DWS Market Outlook 2022, celebrado ayer 23 de noviembre. Así, el experto afirmó que, si se toma como ejemplo el ciclo económico, la pandemia de la COVID- 19 solo provocó una caída muy breve de la actividad económica, a diferencia de lo que ha sucedido en otras recesiones económicas.

Actualmente, el tema más controvertido es posiblemente el desarrollo de la inflación, ha señalado Kreuzkamp. Normalmente, la inflación se dispara por un aumento de la demanda, pero esta vez la situación es diferente. De este modo, las limitaciones de la oferta debidas a las interrupciones de la cadena de suministro han desplazado la curva de la oferta hacia la izquierda, a lo que se suma la demanda reprimida. Ambos factores son los principales responsables del reciente y sorprendente aumento de la inflación. No obstante, y de cara al año que viene, Kreuzkamp se muestra cautelosamente optimista: «Los problemas de la cadena de suministro deberían remitir gradualmente en 2022, y con ellos la inflación, aunque debería mantenerse muy por encima del nivel observado antes del estallido de la pandemia de la COVID-19». En concreto, Kreuzkamp espera que la inflación sea del 2,8% en Estados Unidos, del 2,6% en la eurozona y del 2,2% en China.

Buenas perspectivas de crecimiento para 2022

Kreuzkamp evalúa como buenas las perspectivas de crecimiento para el próximo año, aunque es probable que el impulso se reduzca. «Esperamos que la economía de la eurozona crezca un 4,6% el próximo año, de forma ligeramente más fuerte que la de Estados Unidos (4,0%)». En cuanto a China, Kreuzkamp prevé que el crecimiento se ralentice hasta el 5,3% debido a las reformas.

Sin subidas de tipos de interés a la vista en la eurozona

La situación también es desafiante para los bancos centrales, ha señalado, y el camino de salida de las políticas monetarias extremadamente laxas es largo. En Estados Unidos, la reducción de las compras de bonos debería concluir a mediados de 2022, según espera el Chief Investment Officer de DWS. En este sentido, la primera subida de los tipos de interés podría llegar en el cuarto trimestre. En Europa, en cambio, todavía no hay ninguna subida de tipos de interés en el horizonte, ni el año que viene ni en 2023.

Por otra parte, y en lo que respecta a alcanzar las cero emisiones netas de CO2, desde el estallido de la pandemia se han producido numerosas novedades. En este entorno, los bancos centrales también han puesto el foco en este tema. No hay otra alternativa que abordar la cuestión de la neutralidad del CO2 con la máxima prioridad y esto dará lugar a enormes inversiones, pero, sin embargo, el aumento del precio del CO2 también contribuirá a aumentar las tasas de inflación a largo plazo.

Kreuzkamp ve la oleada regulatoria en China y el consiguiente malestar de los mercados menos como una amenaza que como una reforma con un trasfondo perfectamente plausible. En última instancia, el objetivo es repartir la prosperidad sobre más pilares, por ejemplo, para hacer más asequibles factores tan elementales como la vivienda, la educación y la sanidad.

Perspectivas positivas a largo plazo para China. La India, al alza

Sean Taylor, Chief Investment Officer Asia Pacific, ve un cambio de dirección para los mercados de renta variables asiáticos el próximo año. “Después de un año 2021 muy difícil, en los que los mercados de renta variable asiáticos no se acercaron al ritmo de los mercados estadounidenses y europeos, la situación parece mucho mejor de cara 2022″, ha afirmado Taylor. Los malos resultados del año actual se deben a cuatro factores: el endurecimiento de la política monetaria en China, las nuevas regulaciones gubernamentales, una política de tolerancia cero con la pandemia de coronavirus y un apoyo fiscal significativamente menor, ha indicado. Taylor espera que en 2022 las restricciones relacionadas con la COVID-19 desaparezcan poco a poco, lo que supondría un viento de cola para la economía. En este contexto, Taylor ve a la India como uno de los países más interesantes de la región para la inversión en acciones. «Vemos a la India como un claro ganador en la reapertura de Asia y uno de los mercados de renta variable más interesantes de Asia». Es probable que las reformas fiscales y del mercado laboral, en particular, impulsen el crecimiento. El país tiene un enorme potencial, especialmente en el sector tecnológico. «En 2021, el panorama de las startups indias ha crecido significativamente, movilizando 32.000 millones de dólares, un 66% más de capital que en 2020», concluyó Taylor.

Asimismo, Taylor también es positivo respecto a Japón. La economía japonesa, y en particular el consumo privado, ha estado durante mucho tiempo en un segundo plano debido a las restricciones por el coronavirus, ha señalado. Esto podría cambiar en 2022. En este contexto, es probable que para la renta variable china se necesite paciencia: las medidas de bloqueo podrían prolongarse hasta el final del primer trimestre de 2022. Además, los beneficios empresariales podrían revisarse aún más a la baja. A medio plazo, las perspectivas son mucho mejores, ha explicado. En el futuro, China pondrá más énfasis en la calidad del crecimiento que en la cantidad.

Renta variable: motor de crecimiento en la descarbonización

«La renta variable seguirá estando entre las inversiones de mayor rentabilidad el año que viene, pero el potencial de precios es significativamente menor que en 2021″, ha afirmado Marcus Poppe, fund manager for global equities para DWS. De este modo, DWS espera que se den subidas de precios de un solo dígito. » Probablemente, las valoraciones han tocado techo, y es posible que el comportamiento de los precios en el próximo año dependa de la evolución de los beneficios empresariales», ha indicado Poppe. La cuestión que se plantea con frecuencia en torno a cómo se comportarán las acciones europeas en comparación con las estadounidenses se reduce, en última instancia, a si las acciones value o las growth tienen mejores perspectivas. Según ha expuesto el experto, Europa tiene una proporción mucho mayor de acciones value, mientras que Estados Unidos está mucho mejor posicionado en el sector tecnológico. «No veo que la preferencia de los inversores por los valores de crecimiento vaya a cambiar de manera fundamental», ha explicado Poppe.

No cabe duda de que los valores europeos tienen una valoración inferior a la de los valores estadounidenses, pero eso no significa que tengan un mayor potencial alcista. Mientras las rentabilidades reales se mantengan en territorio negativo, las acciones de crecimiento deberían seguir superando los resultados. En cambio, si los tipos de interés suben de forma más acusada, los valores value que no son tan sensibles a los tipos de interés, -como los industriales o los de automóviles-, podrían verse beneficiados.

Poppe ve la descarbonización como una tendencia de gran potencial que se extenderá aún más durante el próximo año. En este entorno, las tecnologías limpias son tan importantes para los industriales como para las empresas de infraestructuras y los valores tecnológicos.

Mercado inmobiliario: el foco se fija en la vivienda asequible y sostenible y en la nueva generación de oficinas de primera categoría

«El sector inmobiliario es una buena forma de protegerse contra la subida de la inflación», ha señalado Jessica Hardman, Head of European Real Estate Portfolio Management. Muchos de los alquileres a largo plazo están indexados a la inflación: «El sector inmobiliario como clase de activo sigue siendo atractivo en un entorno de rentabilidades reales cercanas o inferiores a cero», ha añadido Hardman. Hay dos tendencias especialmente prometedoras: en el mercado residencial, la tendencia hacia las viviendas asequibles y sostenibles; y en el mercado de oficinas, la tendencia hacia las oficinas modernas y respetuosas con el medio ambiente que satisfacen las necesidades de la próxima generación (Next Gen Prime Office).

Adicionalmente, se observa un claro cambio de paradigma en el sector inmobiliario de oficinas, ha explicado la experta. Por un lado, la demanda ha disminuido debido a la creciente tendencia a las home-offices. Por otro lado, las exigencias de calidad de los inmuebles han aumentado de manera considerable. Desde el punto de vista de la rentabilidad, ambas áreas son extremadamente atractivas. En el ámbito de la vivienda sostenible y asequible, es posible obtener una rentabilidad total de entre el 5 y el 6% anual. Esto supone entre 0,5 y 1,5 puntos porcentuales más que los rendimientos medios alcanzados por los inmuebles residenciales. En el caso de los inmuebles de oficinas del segmento Next Gen Prime Office, las perspectivas son incluso algo mejores, con rentabilidades esperadas de entre el 7% y el 9% anual, entre 3,5 y 5,5 puntos porcentuales por encima de las rentabilidades alcanzables en el conjunto del segmento.

Multiactivos: en un entorno inflacionista, las inversiones alternativas generan los mejores perfiles de rentabilidad-riesgo

«Las inversiones en tipos de interés están perdiendo visiblemente su papel como herramienta de diversificación para las inversiones en renta variable», ha afirmado Björn Jesch, Global Head Multi Asset and Solutions. Su función de amortiguación durante los retrocesos del mercado de renta variable se ha reducido considerablemente. «Tenemos que buscar otras clases de activos para controlar el riesgo en una cartera y estar preparados para las sorpresas», ha indicado Jesch. Dependiendo de cómo se comporten el crecimiento y la inflación, las diferentes clases de activos juegan con sus puntos fuertes. Como regla general, el experto ha explicado que, en épocas de aumento de la inflación, las acciones value y las empresas de infraestructuras que cotizan en bolsa o las materias primas son las grandes beneficiadas porque tienen una alta correlación con la inflación. Por el contrario, los valores growth y los valores inmobiliarios cotizados tienen más probabilidades de beneficiarse cuando el crecimiento repunta y la inflación disminuye. Las inversiones alternativas líquidas, como las empresas de infraestructuras cotizadas o las materias primas, son especialmente adecuadas para protegerse de una inflación sorprendentemente alta. «Las carteras deben ampliarse significativamente para responder bien a los retos que los mercados pueden deparar a los inversores», ha concluido el experto en multiactivos.