Coca-Cola cambia las anillas de plástico de sus envases de latas por cartón

España | Redacción | 4 de octubre de 2019

Coca Cola

La medida se va a empezar a aplicar a partir de este otoño en el formato de las latas de Coca-Cola de 220 mililitros, el denominado formato minican, pero a partir del próximo año se extenderá al formato tradicional de 330 mililitros, informa la agencia EFE.

Coca-Cola ha decidido de esta manera acelerar sus planes de reducción del uso de plástico en Europa Occidental para acortar los plazos fijados en sus objetivos iniciales.

«Tenemos que hacer algo, y hay que hacerlo mejor y más rápido», ha reconocido el presidente para la región de la multinacional, Tim Brett, durante una presentación ante periodistas y organizaciones ecologistas celebrada este jueves en Londres.

Una de las medidas más visibles de cara al consumidor será dejar de usar anillas de plástico en los «packs» de latas, que pasarán a estar unidas por un envase de cartón: la iniciativa comenzará a aplicarse ya este otoño en las de menor tamaño (200 mililitros) y se extenderá al resto de formatos en 2020.

También se aligerará el peso de los envases y se eliminará el «film retráctil» que une las botellas de plástico de medio litro.

De esta forma, la empresa prevé reducir 11.000 toneladas de plástico al año en Europa Occidental, de las cuáles 2.600 corresponden al mercado ibérico (España y Portugal).

La firma quiere que para 2023 la mitad de todas sus botellas de plástico comercializadas en Europa Occidental estén hechas con «plástico reciclado o renovable» (PET), dos años antes de lo previsto inicialmente; a cierre de 2018, el porcentaje que ya cumplía estos requisitos se situaba en el 28 %. En el caso de la Península Ibérica, la firma prevé alcanzar esta meta ya en 2022.

Botella de plástico reciclado a partir de basura marina

La empresa ha anunciado que ha conseguido fabricar una botella elaborada en parte con plástico reciclado procedente de los residuos marinos, recogidos en diferentes playas de España y Portugal en el marco de su proyecto «Mares Circulares», un tipo de material considerado «de baja calidad» y que hasta ahora se consideraba que no se podía usar.

La iniciativa aún se encuentra en una fase preliminar -se han fabricado apenas 300 botellas-, aunque el objetivo es estudiar su aplicación a escala industrial.