Banco Santander. Proyecto Pereda. Proyecto del Año. IV edición de premios Ejecutivos Cantabria

Premios | España | Redacción | 24 de marzo de 2020

Proyecto Pereda

Paseo de Pereda ha sido el hogar del Banco Santander desde 1923 y el edificio, con su monumental arco, conforma una parte distintiva del paseo marítimo de la ciudad con vistas a los Jardines de Pereda y a la Bahía de Santander. El edificio del Paseo de Pereda, cuyos orígenes se remontan a 1795, dejará de tener un uso exclusivo para las actividades del banco y se abrirá a la ciudad, con espacios culturales y diáfanos, al mismo tiempo se convertirá en un nuevo foco de atracción turística. Para llevar a cabo la remodelación del Edificio Pereda, se cuenta con el arquitecto David Chipperfield, conocido por la ampliación de la Royal Academy of Arts de Londres y su trabajo en el Museo Nuevo y la James-Simon-Galerie en la isla de los museos de Berlín, así como en la Neue Nationalgalerie en la misma ciudad.

El proyecto abrirá la sede social de Santander al público, permitiéndole ser una parte más activa de la vida social y cultural. En su nuevo rol, el edificio albergará la colección privada de Banco Santander, así como exposiciones temporales y eventos, contando además con una terraza pública en la cubierta. La colección comprende más de mil obras de arte de diversos medios, con pinturas de Rubens, El Greco, Picasso, Chillida y Miró, entre otros. También se incluye la mayor y mejor colección privada del mundo de José Gutiérrez Solana, que se exponen en la actualidad en la Sala
de Arte de la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid). Esta sede acogerá también obras escultóricas y de artes decorativas, colecciones de tapices, cerámica, muebles y relojes, y una colección de billetes y monedas. Además, habrá otras exposiciones temporales mediante acuerdos con colecciones privadas de países donde el banco está presente y museos internacionales de prestigio. La tecnología será, junto con el arte, un punto central de este espacio. El objetivo es poner en marcha actividades formativas y culturales para todos los públicos y que los visitantes puedan disfrutar de las obras en distintos entornos.

En el centro del edificio está el icónico arco, que desafortunadamente es un separador, dividiendo el edificio en dos partes. El proyecto propone convertir el arco en un conector, confinando parcialmente su parte superior y así uniendo ambas partes del edificio en los pisos superiores. El arco se establece como una columna vertebral central, que permitirá la circulación vertical y horizontal. El cerramiento vidriado del arco permite conservar y reforzar sus cualidades urbanas y su reconocida conexión entre la ciudad y el mar.

Además del programa cultural, el edificio también albergará un espacio multimedia, un nuevo espacio para exposiciones interactivas que cuentan historias sobre el edificio, el banco y la ciudad, que se ubicará en la planta baja y primera del ala oeste del edificio. El espacio central podrá adaptarse a diferentes actividades y experiencias, cambiando las condiciones de iluminación natural o artificial para adecuarse a una variedad de innovadores medios tecnológicos de exposición.

Reflejo del compromiso de la entidad con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, este proyecto ha sido diseñado para ser sostenible y energéticamente eficiente, y contará con la certificación BREEAM “excelente” que acredita al edificio como sostenible a nivel mundial, tanto en su construcción como en su explotación, minimizando así el impacto ambiental.