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Alight Solutions es la multinacional líder de soluciones empresariales para la gestión y administración del capital humano en la nube. Desde hace más de 25 años, han estado ayudando a las empresas más influyentes a que sus procesos de nómina, beneficios y Recursos Humanos sean más avanzados y eficientes.

¿Cuál es la principal diferencia entre el sistema de pensiones español frente al de sus homólogos de la Unión Europea?

Creo que la principal diferencia pasa por las aportaciones adicionales a las pensiones públicas. Es decir, mientras que en España las pensiones públicas abonadas por el Estado han sido tradicionalmente el principal componente del importe que cobran las personas asalariadas al momento de su jubilación, en otros países de Europa, sobre todo en el norte, existe una mayor contribución por parte de empresas y planes de ahorro individuales. 

En Alemania, por ejemplo, existe la obligación por ley por parte de las empresas de ofrecer a sus trabajadores la posibilidad de convertir parte de su salario en una futura prestación. En los Países Bajos existe un sistema de capitalización a través del sector privado y, de hecho, en el Reino Unido la aportación del Estado es mínima. En este caso son los empleadores que tienen la obligación de inscribir sus empleados de forma automática en algún tipo de plan o instrumento de pensiones complementarias. Así, dentro de lo que se conoce como Workplace Pensión Schemes, los empleadores británicos disponen de alternativas: planes de pensiones promovidos por un único empleador o grupo de empresas (Trust), una opción multi-empleadores (Multiple Trust), o uno para colectivos (group personal pension), normalmente ofrecidos por compañías de seguros.  

¿Cuál es el perfil de plan de pensiones más habitual entre los trabajadores españoles?

Como comentaba antes, en España, aunque el sistema de pensiones tiene 3 componentes (pensiones públicas abonadas por el Estado, planes de pensiones de empresas y planes de pensiones individuales), es conocido que las pensiones públicas han sido tradicionalmente el principal aporte a la jubilación. 

Sin embargo, en el estudio realizado por Alight y la Universidad de Granada, se destaca que el 50% de los encuestados realiza aportaciones adicionales a lo que marca la legislación española. De tal manera, es posible que exista un creciente interés, precedido, entre otras razones, de un cambio generacional en la perspectiva de sostenibilidad del sistema actual. Así, las nuevas generaciones (particularmente Generación Y y Generación Z) parecen desconfiar de la capacidad estatal para cubrir sus pensiones en el futuro y por ello buscan planes adicionales que les permitan reducir el riesgo.

¿Qué medidas ayudarían a subir en el ranking dentro de la Unión Europea?

Creo que para aumentar la confianza en el sistema de pensiones en España, y así poder subir en el ranking, se debe potenciar los otros dos componentes adicionales al aporte estatal (planes de pensiones de empresas y planes de pensiones individuales). Es una realidad, o al menos así se percibe en el común de la población, que la sostenibilidad del sistema actual es frágil debido a la dependencia de la aportación estatal, y creo que los aportes tanto de empresas como de planes individuales deberían potenciarse y facilitarse para así fortalecer el sistema total de pensiones. 

Un dato quizá preocupante es que el 50 % de los trabajadores españoles tienen poco conocimiento del funcionamiento del sistema de pensiones ¿A qué cree que se debe siendo un tema tan recurrente en la actualidad mediática?

A esto me refiero cuando digo que hace falta potenciar los otros dos componentes del sistema de pensiones, más allá de la aportación estatal. Lo primero es informar a empleadores y empleados, para entender que existen mecanismos adicionales a las pensiones públicas. Es verdad que el tema de las pensiones es recurrente en la actualidad mediática, pero cuando vemos el telediario, se habla siempre de la fragilidad de las pensiones y de la gravedad del problema, pero se informa poco sobre soluciones alternativas o complementarias que nos ayudarían a reducir el riesgo. 

Una idea muy repetida es acerca de la insostenibilidad del actual sistema de pensiones ¿Coincide con esta valoración? ¿Qué medidas cree que ayudarían a paliar sus carencias?

Sí, como comentaba antes, existe una percepción de fragilidad o insostenibilidad en el sistema actual. Así, en los medios y en el estudio que hemos realizado con la Universidad de Granada, se muestra, a través de los indicadores de confianza, que en España existe esa percepción. Como decía antes, para cambiar esa sensación es importante que el gobierno, las empresas y los empleados entiendan que los sistemas de pensiones y su fortaleza van más allá de las aportaciones estatales. Es decir que existen otros componentes y mecanismos que puede ayudar a robustecer el sistema. Informar, y asesorar a los trabajadores sobre alternativas y programas complementarios ayudaría a mejorar la percepción general de la situación actual.

¿Cómo afectarían estos cambios a las aportaciones que realizan las empresas actualmente? 

Nos encontramos en la era del empleado, donde las empresas compiten más que nunca por atraer y retener talento – recordemos tendencias recientes como “the great resignation” o el “quiet quitting”. Creo que las compañías tienen la oportunidad de posicionarse como aliados de los empleados en el tema de pensiones, y ayudar de paso a robustecer el sistema de pensiones en general. Desde realizar aportaciones complementarias como parte de los beneficios de los empleados, hasta proveer información y guía sobre cómo gestionar sus planes de pensiones, las empresas están llamadas a tomar el liderazgo y explorar nuevas opciones que permitan garantizar el bienestar de sus empleados en este aspecto. Creo que aquellas empresas que tomen un paso adelante primero, tendrán una ventaja competitiva frente a aquellas que siguen desvinculadas del tema.