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Deelivers es una empresa tecnológica española que se encarga de la contratación de los repartidores que prestan servicio a las diferentes plataformas en el sector food delivery y de entrega en última milla, entre ellos Just Eat. Tienen presencia en más de 23 ciudades de toda España, y gestionan más de 100.000 entregas mensuales.

Actualmente nos encontramos en una crisis de abastecimiento a nivel mundial y fechas como el Black Friday y la navidad preocupan mucho a la hora de no solo realizar las entregas a tiempo ¿de qué manera se traduce esto en la contratación de nuevos riders?

Nosotros en esas fechas siempre tenemos unos picos de actividad muy elevados de demanda. Pero una de nuestras ventajas es la flexibilidad gracias a venir de un sector como es el food delivery que tiene sobre todo empleados de fines de semana, lo cual nos permite completar mucho entre semana. A priori nosotros no notamos el desabastecimiento ya que los proveedores hicieron pedidos por adelantado, de forma que estamos creciendo en entregas. Sí que estamos notando que puede haber un mayor impacto en diciembre sobre todo en las mercancías que llegan de Asia, pero más que por el problema de llegada de contenedores, por el problema de subida de precios en la subasta de contenedores, habiendo casos en los que casi se triplica el precio por el mismo espacio. Eso hace que ya no sea tan rentables adquirir los productos en oriente.

A medida que se vaya solucionando este problema, ¿Deliveers se mantendrá como una opción continuada o cree que tendrán que revisar las fórmulas de colaboración con las empresas?

Nosotros ya colaboramos con grandes flotas como SEUR o MRW de forma estable en su día a día asumiendo esas pequeñas demandas del día que causan fluctuaciones sin que ellos tengan que entrar en sobrecostes, además de los periodos de rebajas, festivos importantes o vacaciones que nosotros mismos asumimos con plantilla propia gracias a nuestra plantilla de food delivery. Nosotros somos una opción muy flexible sin tener que entrar en temas de pasivos laborales y contratación desmesurada, quitando las épocas como la navidad.

La Ley Rider nos ha beneficiado porque éramos de los pocos que desde 2014 apostaban por tener una flota fija que ofrecía unas ventajas que otros modelos no tenían

¿De qué manera se puede garantizar la automatización de los procesos en un ambiente de tanta volatilidad con dos fechas de consumo tan importantes como el Black Friday y la Navidad?

La clave es trabajar los horarios en real time. Complementamos las horas de los repartidores junto a su contrato laboral en función de una previsión y planificación de recepción de la mercancía, porque nuestra tecnología nos permite adaptar nuestras necesidades a la situación en tiempo real. Evidentemente hay días en los que el pico no se satisface y hay que trasladarlo, pero eso al fin y al cabo es algo que podemos asumir sin problemas.

¿Qué consejos ve imprescindible que cualquier empresa que requiera un servicio de riders tan grande debe tener en cuenta?

Lo primero que recomendamos es que le den prioridad y atención a la entrega. hoy en día la última milla se ha convertido en el primer paso; si uno tiene un pequeño e-commerce tiene que pensar en cómo se va a vender y diferenciar del mercado que existe actualmente, de cómo va a hacer que llegue al cliente o incluso gestionar las devoluciones. Cuanto más comercio online hay, más devoluciones online y nosotros para ello implementamos la logística inversa en franja para que el cliente que quiere devolverlo pueda hacerlo en una franja concreta, algo que puede ayudar a que estos pequeños comercios se diferencien, aunque ello suponga que hay que asumir el coste.

Hay plataformas que se han visto obligadas a tomar decisiones duras y otras no tanto, pero al final es algo que tenía que llegar

Una de las leyes protagonistas de este año ha sido la llamada ‘Ley Rider’ que obligaba a la contratación de la mayoría de las empresas que gestionan este tipo de entregas ¿cómo se ha visto afectada la actividad de su empresa?

A nosotros, al contrario, La ‘Ley Rider’ nos ha beneficiado porque éramos de los pocos que desde 2014 apostaban por tener una flota fija que ofrecía unas ventajas que otros modelos no tenían como la fijación de plantilla, que está este mejor formada, etc, y hemos convivido con el modelo de autónomo sin ningún problema. Sí que es cierto que había algunas cosas que regular porque nunca llueve a gusto de todos, que al final iban más destinadas a solucionar esa economía sumergida existente, pero empresas como nosotros damos esa seguridad y tranquilidad. Hay plataformas que se han visto obligadas a tomar decisiones duras y otras no tanto, pero al final es algo que iba llegar y que se demanda. Un ejemplo de ello sería también el factor de sostenibilidad: ahora mismo casi todos los proveedores exigen cierto número de vehículos eléctricos para trabajar con ellos para reducir la huella de carbono. 

Hablando en plata ¿considera que la ‘Ley Rider’ entorpece o ayuda a que el sector de estabilice?

Si antes habían 6000 riders en cada una de las tres principales plataformas, no era porque hubiera 18.000 riders, sino que estaban trabajando para varias de ellas al mismo tiempo, con los problemas que ello puede acarrear. En mi opinión creo que la ley favorece la estabilización, pero entorpece el trabajo que se venía haciendo. Nos cambian las reglas del juego a cambio de favorecer un punto de partida para que se vayan produciendo varias evoluciones dentro del sector con uniones de empresas y sobre todo para profesionalizar todo el proceso, acabando con algunas subcontrataciones que se estaban produciendo, y estandarizando las reglas del juego. Nosotros queremos ir más allá siendo un Best Place to Work metiendo incentivos sociales a los trabajadores como es que cualquier trabajador pueda disponer de su salario cuando lo necesite entre otros beneficios sociales que se adapten a la realidad del mercado laboral con sus empleados.