Tomás González

Entrevista a Tomás González, Socio Director del Departamento de Expansión de IDOM

El Club de Exportadores e Inversores Españoles es una asociación empresarial de carácter multisectorial, independiente y sin ánimo de lucro. Su principal objetivo es representar y defender los intereses de sus socios en relación con su actividad internacional. Supone un foro de reflexión y conocimiento en el que la internacionalización se posiciona como un activo clave para la competitividad de la economía española.

¿Qué le aporta el Club de Exportadores a una empresa como la suya?

En IDOM Consultoría, Ingeniería y Arquitectura vendemos servicios profesionales y en los últimos diez años hemos desarrollado proyectos en más de 120 países. Para desarrollar nuestro negocio el Club es una magnífica herramienta que nos permite, por ejemplo, una relación con otras empresas con las que compartir experiencias a través de los diferentes grupos de trabajo especializados con los que cuenta, una cercanía a actores institucionales como, por ejemplo, Embajadores y Consejeros comerciales -tanto de España en países destino como sus homólogos en nuestro país- que son de gran apoyo en nuestro proceso de internacionalización, por citar solo algunas de las actividades del Club que más valoramos.

¿Qué servicios ofrecen para garantizar el éxito de sus clientes?
IDOM tiene una amplia oferta de servicios. Somos una de las firmas de arquitectura más grandes de Europa; en temas de infraestructuras –especialmente en aeropuertos, ferrocarriles y metros– somos una referencia mundial, y en temas industriales como generación de energía, manufacturing, etc., trabajamos para clientes que son líderes mundiales. Nuestro departamento de Consultoría ofrece también un buen número de servicios, desde la ordenación del territorio hasta Industria 4.0 o logística. Y esta diversidad es muy importante cuando los encargos tocan más de una especialidad, ya que nos permite mantener la responsabilidad exclusivamente en nuestra firma y garantizar así que los clientes que confían en nosotros consiguen solucionar
sus problemas.

¿Cómo ha cambiado el mercado desde su fundación en 1957?
El mercado se ha ido sofisticando y abriendo y nosotros nos hemos visto abocados a ir cambiando con él para seguir aportando valor a nuestros clientes y ser competitivos. Antes, nuestros servicios estaban centrados en España y en la parte industrial, y ahora nos hemos diversificado para aprovechar las grandes oportunidades que han surgido.

¿Cuáles han sido los principales retos a los que se ha tenido que enfrentar?
Probablemente los retos más importantes han tenido que ver con el esfuerzo de hacer que todas las personas de IDOM estén alineadas con nuestros valores de servicio al cliente, de innovación, de respeto mutuo, etc. Por ello, nuestro crecimiento ha sido fundamentalmente interno; no es fácil sumar equipos con otras culturas empresariales. Hoy en día somos casi cuatro mil personas las que compartimos este proyecto, también en la propiedad, pues toda la propiedad de IDOM está repartida entre personas que trabajamos en la empresa, y nuestras expectativas de crecimiento son muy altas, lo que a su vez traerá nuevos retos como la multiculturalidad, la movilidad, etc.

 

«Nuestro crecimiento ha sido fundamentalmente interno, pues no es fácil sumar equipos con otras culturas empresariales»

 

¿Cuáles son las claves de la internacionalización de IDOM?
Creo que la primera son las personas. Buenos profesionales comprometidos que ven en la internacionalización una oportunidad de desarrollarse. Si a esto se le suma una Dirección General verdaderamente convencida, como lo ha estado siempre, de que eso es importante y por ello dota de recursos y apoyo el proceso, tenemos bastante terreno ganado. Evidentemente, luego debemos desarrollar servicios que sean competitivos y atractivos para que esos clientes que de salida no nos conocen confíen en nosotros y repitan en el futuro.

¿Qué política de Estado, en base a la exportación de bienes y servicios, pediría al gobierno?
Tengo claro que las empresas tenemos que ser competitivas, pero creo que sería bueno que nuestro Gobierno comparara las herramientas que otras Administraciones ponen en manos de sus empresas, con las que nosotros competimos, desde la perspectiva de financiación, de apoyo mediante diplomacia económica, de apoyo a la innovación, de programas de donaciones en terceros países, de participación en entidades multilaterales, etc. En resumen, lo que pediría al gobierno es que nos permitiera competir en igualdad de condiciones con las empresas de otros países.

¿Qué expectativas tienen de cara al futuro?
La pandemia ha afectado a nuestro crecimiento durante 2020, pero pienso que muy pronto volveremos a la senda en la que estábamos. Durante estos duros meses no hemos aplicado medidas de ERTE o similares, hemos acabado el año 2020 con el mismo número de personas que teníamos al comienzo y hemos visto cómo las personas de IDOM han correspondido con un altísimo grado de compromiso que nos permite encarar el futuro con optimismo. Entendemos que una empresa tiene dos motores muy importantes que son el crecimiento y la innovación y en ello estamos, pero el entorno internacional implica nuevos retos que enfrentaremos con ilusión. Queremos pasar de ser una empresa española con interés en muchos países a ser una verdadera multinacional, con clientes a los que les ofrezcamos soluciones que les aporten verdadero valor y todo eso manteniendo una razonable rentabilidad. No será fácil, pero creo que tenemos todas las herramientas para conseguirlo.